Cαρ 7

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𝚒𝚗𝚌𝚘𝚖𝚘𝚍𝚘 - 𝚖𝚒𝚛𝚊𝚍𝚊

Duxo despertó lentamente de su profundo sueño, sintiéndose reconfortado y relajado. A medida que abría los ojos, se encontró rodeado por los cálidos tonos de la luz que iluminaba los pasillos. Sin embargo, se preguntaba quién podría haber encendido esas luces en medio de la noche. Curioso, decidió levantarse y explorar.

Mientras caminaba por los pasillos, un suave aroma a vapor y de vainilla llegó a sus fosas nasales, captando su atención. Intrigado por el olor, siguió su rastro hasta llegar al baño. Para su sorpresa, la puerta estaba entreabierta, dejando escapar una delgada columna de vapor. Sin pensarlo dos veces, Duxo se acercó para investigar la situación.

A medida que se acercaba, sus ojos se encontraron con la figura de Aquino, quien estaba allí de pie con una toalla enrollada alrededor de su cintura. Algunas gotas de agua aún cayendo desde su cabello a su mejilla. El desconcierto y la sorpresa se dibujaron en el rostro de Duxo mientras procesaba lo que estaba viendo. No esperaba encontrarse con alguien en el baño, y asomarse por la puerta en la mañana, mucho menos a Aquino en tal situación.

Duxo decidió abordar la situación con calma y sin malentendidos. Manteniendo la compostura, rompió el breve silencio y saludó a Aquino.

Aquino se sorprendió al ver a Duxo en la puerta y, sin pensar dos veces, dio unos pasos hacia atrás en el piso mojado.

Desafortunadamente, debido al agua en el suelo, Aquino perdió el equilibrio y se resbaló, cayendo al suelo.

El castaño suelta un quejido cerrando sus ojos.

Duxo se acerca a aquino mirando al otro lado, evita mirar a su mejor amigo, sintiendose culpable de lo sucedido, le extiende la mano para que se levantara del suelo, aquino tenia las mejillas puestas rosadas, ¿Cómo no estarían a esa situación?. En sus fosas nasales inundan un olor rico a vainilla.

El castaño acepta y toma la mano a Duxo, el azabache se despide sin decír nada del baño, cerrandolo y dejarlo como estaban antes.

Pero claramente Duxo estaba ardiendo de vergüenza, sus mejillas estaban rosadas pero por el vapor que había en el baño, no eran notables.

Se sentó en el sofá frotando su rostro con sus manos frías y heladas a esperar a Aquino para pedirle disculpas por haber sido tan pende-.

Aquino estaba avergonzado, mientras arrugaba su rostro con sus manos tibios. Mientras arrugaba con más fuerza su rostro dejando rastros rojos en sus mejillas y su cuello.

Hasta que se calmó, se acercó al cristal a ver su reflejo, y pues estaba todo rojo al igual a su cuello. Comenzo a mirarse con detalle en el espejo.

Aquino se puso su bóxer, unos pantalones y una camisa, y salio del baño con su toalla colgada en su hombro, en busca de Duxo.

Camino el pasillo que estaba iluminado por las luces, sus pies descalzos sintiendo lo helado que estaba el piso, fue a la habitación, la abrió lentamente por si estuviese allí Duxo, pero no estaba. Se puso las zapatillas y fue a la sala por agua.

Lo primero que vio en la sala para ir en la cocina fue encontrar a Duxo pensativo. ¿Que le pasa? Se pregunta el castaño.

- Ey, Aquino. - Llamo Duxo, levantando su cabeza y mirando a Aquino.

Aquino siente un escalofrío correrse en su espalda, volteo a mirar a Duxo quien fue el que pronunció su nombre.

- Perdón de lo sucedido en el baño. - Dijo levantándose del sofá y acercarse a Aquino para acortar la distancia.

۵❝¡𝓗𝓾𝓮𝓵𝓮𝓼 𝓪 𝓿𝓪𝓲𝓷𝓲𝓵𝓵𝓪!❞۵|| ෆ 𝙳𝚞𝚡𝚒𝚗𝚘.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora