La vida del colegio fue una total aventura para Horacio, sus salidas eran frecuentes y su círculo social se había ampliado considerablemente, pronto cumpliría 17 años y llegaría su graduación, no le emocionaba y tampoco le hacia indiferente, era algo que simplemente sabría que llegaría, solo quería enfocarse a su sueño desde niño, ser diseñador de moda y con esfuerzo abrir un lugar con sus creaciones.
Pronto llegó su graduación, su discurso iba dirigido a su familia, amigos y sobre todo a la persona que lo ayudó más en su vida, Viktor, lo nombró como parte fundamental de su vida, como un pilar que lo ayudó a salir adelante, la reacción de su familia fue la esperada, no se sorprendieron porque sabían lo unidos que eran, Ana sonreía porque hace poco le había abierto su corazón, confesando que sentía algo más que una amistad por Viktor, era la única de su familia que sabia que esos sentimientos iban más allá, y cada vez que este se sentía mal o necesitaba apoyo ella estaba a su lado, en un par de semanas se tendría que ir, seguirá los pasos de su padre, la milicia siempre fue un sueño para ella y estaba dispuesta a alcanzarlo como de lugar, tenia miedo de dejar solo a su hermano pero quería cumplir sus sueños, además siempre tratará de estar a su lado.
- Y bien, cuando entrarás a la milicia, Horacio - Habló Andrés, lo más tranquilo posible ya que habían tenido muchas discusiones sobre el mismo tema.
- Estudiaré diseño, quiero ser diseñador, ya lo habíamos hablado - Soltó tranquilo, no le importaba los deseos de su padre sobre su futuro porque al final el que va a vivir haciendo algo que no le gusta iba a ser el, y eso no podía permitirlo.
- Eso es una mierda, no te va a servir de nada- Escupió molesto.
- Pues yo me moriré del hambre padre, no tú- Soltó ya harto de la misma discusión - Que tengan buen provecho.
Horacio se levanto molesto de la mesa, Charlotte miraba con desaprobación a su esposo porque ya habían hablado de dejar que el menor siga lo que le guste, no lo que su padre le imponga.
Los días pasaban tranquilos a excepción de las preguntas de su padre y la absurda insistencia en seguir lo mismo que el, le gustaba la milicia pero no era algo que lo apasionaba y no podía permitir que su vida se torne en trabajar en algo que no le gusta, y peor, mantenerlo por capricho de su padre.
- No, ya te dije que no quiero estar en la milicia, hemos hablado mucho de esto y ya estoy cansado de la misma discusión, ¿Quieres dejarme en paz? - Gritó eufórico, la pelea como siempre, resultó de la nada.
Andrés se había molestado esta vez, su figura de autoridad se le subió a la cabeza y molesto le entregó un papel - Ya te inscribí, mañana temprano nos vamos.
Horacio ojeo incrédulo el papel que sostenía en sus manos ¿De verdad su padre lo apuntó sin su consentimiento? Sin pensarlo y con una enorme furia en su pecho rompió la hoja frente su padre - Esta mierda no quiero para mi vida ¿Por qué no lo entiendes? ¿Es tan difícil para ti? - Gritó molesto, su madre al escuchar los gritos corrió a la habitación de su hijo.
- Pero, Andrés, que es esto - Hablo enfadada con un trozo de papel en su mano, ahí se podía ver el nombre "Horacio Pérez Laurent fue admitido..." - No puedes hacerle esto, es su futuro, deja que siga lo que le gusta.
- Eso no lo permitiré, no permitiré que mi hijo sea un bueno para nada.
Charlotte tenia un efecto único en Andrés, con una mirada hizo que saliera de la habitación de su hijo, y trató de calmar el llanto de impotencia de su ya no tan pequeño Horacio - Yo no quiero eso para mi - Soltó sollozando contra el hombro de su madre.
- Sabia que esto pasaría, y sabes... te tengo una propuesta - Soltó dejando a Horacio confundido y muy curioso.
Esa misma noche su padre tenia que quedarse en la base militar para su guardia así que aprovecharían eso a su favor, a penas salió de la casa tomó las cosas más preciadas y las empaco en una pequeña maleta de viaje, a la mañana siguiente muy temprano un auto lo estaba esperando fuera, su madre le tenia algo preparado para que comiese antes del largo viaje que iba a emprender, con lagrimas en los ojos se despidió de su hijo haciendo hasta lo imposible para ayudarlo a que sus sueños se cumplan.
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Inocente amor
RomanceUn inocente amor es cruelmente separado por la arrogancia y prejuicios de un padre pero ni la distancia, ni el tiempo, ni la maldad evitarán que esos dos corazones puros e inocentes vuelvan a encontrarse para luchar contra quien sea por defender su...