❥ Capitulo 23 ✿

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El negocio de Horacio estaba en constante crecimiento permitiéndole abrir un nuevo local, su sueño se estaba cumpliendo y no podía estar más feliz.

Pasó un tiempo ya y su departamento empezaba a sentirse pequeño, como su negocio creció considerablemente su demanda en prendas aumentó igual, obligándole a buscar un nuevo y más amplio departamento.

- Tengo dudas - Decía mirando una página web en busca de algún departamento.

- ¿Cómo cuáles?- Respondió Viktor colocándose detrás del menor para abrazarlo.

- No sé en dónde comprar el departamento - Pensaba en voz alta mientras acariciaba los brazos que lo rodeaban.

- Puedes tomarte más tiempo - Besó la mejilla del menor - Tal vez haya alguna razón para cambiar de opinión y ver diferente las cosas.

- ¿Qué? - Regresó su mirada bastante confundido por lo dicho.

- Me voy a trabajar - Anunció alegre dejando un casto beso en su novio - Te veo en la noche.

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Viktor mantenía una amplia sonrisa en su rostro y Alanna se había dado cuenta.

- Lo veo muy feliz...

- Y lo estoy, me encuentro en la mejor etapa de mi vida, tengo a una persona increíble a mi lado, el trabajo va bien, mi familia está de maravilla y mis amigos son geniales.

- Me alegro que todo le vaya bien y que Horacio le haga muy feliz...

- Demasiado feliz - Susurró sonriendo, se sentía muy feliz y su corazón no paraba de acelerarse al pensar en el menor.

- ¿Y cuando piensa dar el paso?

- No tengo idea - Suspiró - Quiero hacerlo pronto, pero no quiero hacerle sentir presionado.

- No creo que lo sienta así, se nota mucho que lo ama...

- Tendré que pensar en ello, quiero hacer algo muy especial, algo que demuestre todo el amor que siento por él...

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- ¿Y como van las cosas?

- Todo va de maravilla, tienes que venir algún momento - Sugirió Horacio.

- Ojalá pronto tenga tiempo, en un par de semanas tengo vacaciones y podré ir.

- ¡Eso sería maravilloso!

- Ya quiero verte... Te extraño mucho - Decía Atenea haciendo un puchero.

- Yo igual, pero no te pongas sentimental que me haces sentir mal - Cambió de tema el menor.

- Bueno - río divertida - Y dime... Ya han hecho algo tu y...

- ¿Qué dices? - Se quejó sonrojándose - No... No nada de eso...

- Ay por favor, tienes que contarme todo....

- No, no hemos hecho nada, solo dormimos juntos un par de veces, nada más

- Ajá y vas a decirme que jamás lo imaginaste.

- Claro que lo imaginé pero.... - Suspiró - Ay no, no te responderé más - Habló sonrojado y muy avergonzado.

Se mantuvieron hablando un poco más, Horacio amaba hablar con su mejor amiga, la persona que lo impulsó y ayudó a cumplir sus sueños desde que lo conoció.

Le contó sobre el avance de su nueva tienda, como estaba emocionado por cambiarse de casa y lo feliz que se sentía al estar junto a su familia y pareja.

Inocente amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora