Horacio se quedó a su lado desde que salió del hospital, prácticamente no permitió que haga nada, se encargaba de la comida y de algunos quehaceres.
- Horacio, ya le dije que no es necesario que haga todo, yo puedo hacerlo - Decía acercándose al menor que se encontraba lavando los platos de la cena.
- No, el doctor dijo que descanses.
- Pero de esfuerzos físicos, no de cosas así de normales - lo miró sonriendo.
- Igual - respondió volviendo a su labor.
Volkov río levemente y se abrazó al menor sintiendo como este empezaba a temblar levemente - No debe de molestarse con esto, de verdad que puedo yo.
Horacio se sonrojó y giró en los brazos ajenos para quedar frente al mayor - Quiero hacerlo, quiero ayudarte - Soltó tratando de calmar su corazón.
- Me ayudas con estar a mi lado, con mirarme así, con no dejarme solo, con tu presencia - habló acariciando la sonrojada mejilla del menor - créeme que haces más de lo que crees.
Horacio lo miró enternecido, no pudo evitar besarlo, de verdad adoraba con todo su corazón besar sus labios, se gustaban eso estaba claro, pero no estaba nada formalizado, a Horacio no le molestaba pero de verdad deseaba que Volkov le dijera algo para formalizar y si no, se lo diría él.
El moreno no dejó de abrir su tienda de ropa, solo aminoró sus horarios para cuidar al mayor, como sus ayudantes estaban ya capacitados podía dejar la tienda en sus manos.
Era la quinta noche que el menor se quedaba, Volkov había mejorado muy rápido gracias a las atenciones del menor aunque cuando este no estaba se encargaba de lo básico de su hogar recibiendo un pequeño regaño de parte del menor.
Su cumpleaños estaba a la vuelta de la esquina y ahora se sentía más seguro para que su hermana, esposo e hijos lo visiten, dos semanas antes de su cumpleaños recibió un mensaje de su hermana.
-Hermanito, avísame cuando podemos ir, los niños están muy emocionados.
Viktor sonrió enternecido se acomodó en el sofá y sin dudarlo le llamó.
- Hola hermanita - saludó sonriendo ampliamente.
Aleksandra apareció en la pequeña pantalla con una amplia sonrisa - ¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor?
- Estoy mejor, me han cuidado mucho - hablo sincero.
- ¿Te han cuidado mucho? - interrogó levantando una ceja - ¿Quién te a cuidado mucho?
- Uy tengo que colgar - Habló riendo alegremente - espero verlos pronto.
Y antes que la llamada finalice Alexei y Lena aparecieron en la cámara saludando enérgicamente al mayor.
- Los veré pronto - Se despidió después de charlar un rato con ambos niños.
Horacio observó la escena desde la cocina, observó a dos pequeños, eufóricos por la llamada del mayor, se quedó analizando unos segundos y no podía dejar de pensar que esos niños, en especial la niña tenia un parecido muy grande con Volkov.
Descartó un millar de ideas extrañas, tampoco podía estar seguro de nada ya que no había entendido la mitad de lo que dijo - Joder porque no seguí practicando ruso - se quejó tratando de descartar sus pensamientos negativos, ya que verían una película y no quería arruinar el momento con ideas locas.
- ¿Listo? - pregunto Volkov al regresar su mirada y toparse con Horacio algo liado consigo mismo.
- Listo - Respondió forzando una sonrisa.
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Inocente amor
RomanceUn inocente amor es cruelmente separado por la arrogancia y prejuicios de un padre pero ni la distancia, ni el tiempo, ni la maldad evitarán que esos dos corazones puros e inocentes vuelvan a encontrarse para luchar contra quien sea por defender su...