✾ Capitulo 24 ✾

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-Claro que si, obvio que quiero seguir, pero pensé que tal vez tu no...

- Si no quisiera no estaría así - Susurró frotándose  contra él.

- En ese caso, haré lo que quieras - Dijo tomándolo con fuerza para llevarlo en brazos - Sostente fuerte... amor.

¡ADVERTENCIA  +18!

La sesión de besos continúo pero ahora en la comodidad de la habitación, se besaban con calma, no querían ir rápido ni mucho menos arruinar el ambiente tan sensual que se había instalado.

El menor se encontraba sobre la cama, su rostro estaba sonrojado, Viktor quería hacer caso a sus instintos pero no quería ser bruto y estropear aquel hermoso momento, así que reunió fuerzas para ir lento y empezó a desvestir a su amado.

- Eres hermoso - hablaba Volkov recorriendo el cuerpo ajeno, dejaba lamidas, besos y succiones por toda la piel descubierta.

Horacio se estremecía al escucharlo y sentirlo, no podía controlarse, estaba en las nubes tratando de callar sus dulces gemidos.

- Déjame escucharte - Quitó su mano y la dirigió a sus labios - Déjame escuchar esa hermosa melodía.

Horacio no cabía en sí, escuchar a su dulce novio decir todo eso le estaba superando sus manos quemaban por tocar su pálida piel, no quería quedarse atrás y a penas Viktor se alejó empezó a desvestirlo dejando al descubierto su trabajado cuerpo y en el momento en el que tuvo a Viktor sin camisa se arrepintió de no haber dado este paso hace mucho tiempo, ya lo había visto sin camisa pero el contexto era completamente diferente.

El menor se relamió los labios tratando de contenerse, tocaba tímidamente el pecho del contrario como pidiendo permiso - Puedes tocarme, soy todo tuyo - Afirmó Volkov tomando la mano ajena paseándola por todo su pecho.

Horacio observaba embobado el pecho de su pareja, su mano se paseaba por sus pectorales mientras sentía la intensa mirada de Volkov encima.

Cuando se encontraban solo en ropa interior se volvieron a besar con algo más de desesperación, ambos soltaban suaves gemidos al sentirse piel con piel, Horacio había pedido rastro de vergüenza y paseaba sus manos por todo el cuerpo del ruso.

- Voy a prepararte - Susurró para después besar la delicada piel de su cuello a lo que Horacio respondió asintiendo varias veces gustoso e impaciente.

En un acto reflejo, Viktor busco en la mesita de noche encontrando un lubricante y un par de condones.

- ¿Tenías preparado esto? - Preguntó Horacio bastante divertido.

- Eh... Hombre precavido vale por dos ¿No?

Horacio río contento y lo acerco de nuevo para besarlo, amaba que todo fluya tan natural, en ningún momento se sentía incómodo ni mucho menos obligado, además podían hablar como si nada, con una complicidad tan única que hacía a su corazón latir con fuerza.

Viktor se posicionó ente las piernas morenas y empezó a quitar la última prenda, besó sus muslos hasta llegar a su miembro el cuál atendió sin pensarlo, besó el glande del menor haciendo que este suelte un grave gemido, indicandole que estaba a gusto, después metió el falo en su boca, chupaba y lamía todo lo que quería sintiendo a Horacio estremerse bajo su toque.

Al separarse Viktor volvió a su tarea principal, empapó sus dígitos con bastante lubricante y miró a su prometido pidiendo permiso con la mirada, al recibir un timido asentimiento se acercó para besarlo, cuando sintió al menor un poco más tranquilo introdujo su primer falange.

Horacio dió un respingo por la sorpresa haciendo que Viktor frene en seco - ¿Estás bien?¿Fuí muy brusco?

- Pa- para nada - Dijo sonrojado - Solo, me sorprendio, pero sigue.

Inocente amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora