𝗦𝗔𝗣𝗣𝗛𝗜𝗥𝗘 𝗘𝗬𝗘𝗦 ❛Tómame entre tus brazos para que pueda morir por segunda vez❜
Donde 𝐂𝐨𝐫𝐚 𝐁𝐞𝐜𝐤𝐡𝐚𝐦 llega a Mystic Falls escapando de la sombra de la muerte que la acecha y descubre un pasado tormentoso en su familia que cambiará...
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«Con Damon iré a buscar al vampiro. Es probable que encuentres a mis padres en la escuela ¿Podrías cubrirme con ellos si preguntan por mi? Ellos creen que me fui contigo. Prometo estar ahí lo más pronto posible. »
A pesar de las bellas exposiciones de artes que había ante él en cada pared y mesa, Cedric únicamente era capaz de evocar el recuerdo del mensaje de texto que recibió de Cora desde hace dos horas. Había intentado llamarla, le mandó mensajes, pero no había respuestas de su amiga. Era como si la tierra se la hubiera tragado. Pero, claro, si estaba con Damon, no le sorprendería que la hubiera obligado a apagar su celular.
¿En que pensaba al confiar en él? Ella misma le había dicho incontables veces desde que conocieron a Damon lo insufrible que era, y que prefería estar acompañada del mismísimo Satanás antes de estar con él. ¿Que pudo haber sucedido como para que decidiera estar a solas con Damon en búsqueda de un vampiro?
Intentando aplacar sus nervios mientras confiaba en el criterio de su mejor amiga, Cedric siguió observando una de las mesas donde había cuadernos que exponían dibujos, así como poemas y partituras musicales originales que la profesora Carlyle incitó a su creación a sus alumnos. Incluso Tyler había creado varios dibujos, los cuales, para sorpresa de Cedric, eran impresionantes. Jamás imaginó que Tyler tuviera talento para crear semejantes dibujos, que aunque tampoco se podían comparar con Van Gogh, eran dignos de aplaudir.
—¿Tú compusiste esto?—le preguntó él a su prima, con quién había venido a la exposición y tras perder a sus respectivos padres decidieron estar juntos, ya que él no encontraba Stefan, y Ava ciertamente no tenía ánimos por encontrarse a Elena o a Caroline.
—Así es.
Ava, había decidido usar esa noche unos jeans negros a la cintura con botines de tacón del mismo color en conjunto a una blusa roja de tirantes de escote en V y chaqueta de cuero negra, luciendo su larga cabellera azabache recogida en una alta coleta y acentuar su piel tersa y pálida con un labial escarlata y delineador de ojos negro. Lucía preparada para lo que fuese que se pusiera en su camino como un reto esa noche, desde un desafío, hasta una conquista.
—Aún no tiene letra—siguió contándole mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho y admiraba uno de los dibujos de Tyler—, solo melodía. La profesora Carlyle me ayudó en el proceso. De hecho grabamos la canción y se puede escuchar en el aula de arte—chasqueó la lengua y lo miro con genuina curiosidad—. ¿Qué hay de ti? ¿Cuál de todas estas exposiciones es de tu autoría?
Cedric tomó una de las partituras que estaba al otro lado de la mesa y se la mostró. Ava la leyó en silencio, y a cada estrofa ella asentía y suspiraba en compañía de una media sonrisa.
—Creo saber quién es la musa de esta canción—musitó ella al leerla y la devolvió a su lugar—. La cuestión es ¿Ella lo sabe?
Cedric se sonrojó y rascó su nuca para después suspirar y esbozar una triste sonrisa.
