Capítulo 19. La Nueva Vida Sobrenatural

548 57 9
                                    

Cora es incapaz de decir una palabra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cora es incapaz de decir una palabra. Acaba de escuchar dos historias que se parecen tanto, donde ambas terminan con un trágico desenlace que separa a los hermanos, y aun así sabe que no son del todo semejantes. Katherine era una vampira, Estella una humana que logró manipular a dos vampiros sin trucos mentales, más que mentiras y secretos. Una usó su inmortalidad cómo su mayor ventaja, y la otra su lado mortal como si fuese el último día, mirando a la vida como un escenario del cual debía despedirse recibiendo la más grandes de las alabanzas, siendo amada por todos, y odiada por algunos cuantos. Era peor que cualquier cuento de terror, era espeluznante y retorcido. ¿Desde cuándo una historia de amor podía ser tan repulsiva?

La joven rubia se había sentado en lo que parecía ser un pilar del pórtico de la antigua casa de los Salvatore, donde había maleza y ramas pequeñas. Creía que había también algún insecto, pero prefería ignorar esto por completo. Su mente solo era capaz de pensar en los hermanos Salvatore y su trágico historial amoroso. Una mujer los llevó a ser inmortales, la otra les quitó su humanidad cuando ya eran vampiros. Estella Sherwood fue una rompecorazones, y Cora tenía su mismo rostro y voz.

Stefan, quién estaba de pie a unos cuantos pasos de ella contemplando con aire disperso una sortija que había sacado por debajo de otra de las columnas caídas, esperaba paciente a que la joven Beckham dijera algo. Sabía que no podía apremiarla, sería injusto de su parte considerando que él la estaba involucrando en un mundo que le había quitado a él su alma, pero era necesario que ella supiera la verdad viniendo de él que de Damon.

Cora tomó una profunda bocanada de aire, y cuando creyó que ya nada más podía sorprenderla, pues no todos los días se sabía de la existencia de los vampiros y de todas sus aterradoras habilidades como el control mental, miró con una mezcla de emociones al menor de los Salvatore y asintió con un gesto sutil de su cabeza.

—Debió ser duro para ambos verme por primera vez—musitó—. Una humana, idéntica a Estella, respirando y viviendo una vida como adolescente. Debió ser irreal para ustedes.

Ahora que veía todo en retrospectiva, tenía demasiado sentido su primer encuentro con Damon. Él debió verla desde la lejanía y creyó que se trataba de su ex a quien veía caminar por las calles de Mystic Falls. Todo lo que le dijo, la manera en cómo aparecía y desaparecía, no fueron más que pruebas para ver si ella, de ser Estella, se delataba a sí misma. Pero no fue así. Cómo Stefan, pronto realizó que se trataba de una persona completamente diferente. Dos almas que caminaban en el mundo luciendo el mismo rostro.

—Cuando te vi aquella vez en los pasillos, reconozco que pensé inmediatamente que eras Estella—confesó el Salvatore—. Me bastaron dos minutos de conversación para saber que no eras ella pese a que el parecido físico era idéntico.

Cora formó una mueca con sus labios. Tenía sentido. Cuando la vio fue como si él no diera crédito a lo que veía, como si fuese una clase de espejismo que lo tomó desprevenido. Un fantasma que él solo fue capaz de ver. Mystic Falls vio a una chica nueva aquel día, los Salvatore contemplaron la sombra de su pasado proyectada en aquella chica proveniente de Chicago.

𝐒𝐀𝐏𝐏𝐇𝐈𝐑𝐄 𝐄𝐘𝐄𝐒 》the vampire diariesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora