Grey [Levi Ackerman] Traducción

7. El incómodo incidente de la cocina

Era la primera sesión de entrenamiento de Mia con el escuadrón de Levi y estaban en medio de trabajar en combate cuerpo a cuerpo. Mia nunca había sido desafiada de esa forma, ni siquiera por su hermano, él nunca fue con todo contra ella porque era demasiado joven, pero cuando habría estado lista para ello, su rodilla no se lo permitió.

Acababa de pelear contra Erd y estaba trabajando contra Gunther. Había conseguido bloquear y conectar unos cuantos golpes, sin embargo, sus dos oponentes todavía habían logrado derrotarla de la misma forma: sujetándola contra el suelo con la abertura para dar un golpe fatal. Suspiró con frustración.

―Honestamente, no es tan malo ―dijo Gunther y la ayudó a levantarse―. Creo que estás demasiado metida en tu mente, puedo sentir que piensas sobre cómo meterte dentro de mi bloqueo. De hecho, sigue dejándote abierta para un derribo.

―¿Crees que ayudaría si me quedo más a la defensiva? ―preguntó tratando de recuperar el aliento, limpiando el sudor y suciedad de su frente―. ¿Quizás intentar cansarte un poco más?

―Depende ―dijo Gunther.―. Quizás con un oponente menos calculador, alguien con golpes salvajes dando su cien por ciento todo el tiempo. Quizás con alguien impulsado por su orgullo como Auruo.

Mia pudo escuchar un débil «¡Escuché eso!» de donde él estaba peleando contra Petra.

―Creo que aun me superarías en resistencia ―Mia murmuró.

―También soy unos buenos 20 kilos más pesado que tú, puedo lanzar mi peso un poco más. ―Gunther rio, dándole una palmada en su hombro antes de irse.

―No puedo elegir a mis oponentes ―dijo silenciosamente para sí misma, ya que era el turno de Erd para pelear contra Gunther.

Vio como Petra se mantenía firme contra Auruo y en unos pocos movimientos fluidos fue capaz de clavarlo en una llave de hombro. Suspiró, deseando poder emular la misma destreza; admiraba mucho a Petra.

―No sirve de nada adelantarse, mocosa. ―Mia giró su cabeza al escuchar la voz de Levi. Sabía que él estaba en lo correcto, el equipo estaba al menos unos cuantos años por delante de ella, y simplemente podía esperar que si se esforzaba la mitad de lo que ellos se esforzaban, saldría bien.

―Entendido, señor ―dijo ella, luego lo miró atentamente―. ¿Alguna recomendación?

―Pelea contra mí. ―Mio miró en su dirección, dudosa, y él suspiró―. No voy a darte una paliza, si eso es de lo que estás preocupada.

―Estoy más preocupada de que vaya a usar esta oportunidad para recordarme cómo voy a morir en campo de batalla ―murmuró, pero adoptó su postura de pelea de todas formas.

―Gana y no tendré que decirlo.

La primera ronda, si tenía que adivinar, duró veinte segundos. La había atrapado fuera de balance y ella golpeó el suelo con bastante fuerza. La segunda ronda, no sabía decir si fue lo mismo o peor. Una y otra vez, aterrizó en el suelo con un ruido sordo y podía sentir que se estaba frustrando más con cada derrota. Podía sentir la tensión en su mandíbula, sus cejas frunciéndose para encontrarse en el medio y ni una sola vez Levi cedió.