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Fue la fiesta del siglo

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Fue la fiesta del siglo. Paradis celebraba 850 años, y aunque habían perdido la Muralla María y a muchos en el camino, el rey decidió que la gente necesitaba algo que avivara la esperanza y la alegría. Y así, sería una fiesta. Los distritos estaban llenos de actividad; algunos de la Legión que se quedaron en la sede se organizaron para encontrarse en Trost, el centro de la ciudad más grande, para participar en las festividades. Esto significaba que Mia tenía la suerte de disfrutar de la compañía de Hange, Levi y Erwin, este último parecía menos intimidante en su día libre. Pero no mucho.

—¡Oh! ¡Este de aquí! —gritó Hange, saltando hacia un puesto del mercado que vendía pasteles, mientras los otros tres la seguían.

—Voy a ver si puedo encontrar un asiento en alguna parte —dijo Mia poniendo una mano en el hombro de Levi. Él asintió y la observó alejarse, vigilándola mientras se abría paso entre la multitud.

Mia tarareaba distraídamente mientras buscaba un lugar libre entre las mesas de picnic. Llevó su mano derecha hacia su colgante, frotando el pequeño disco plano entre su pulgar e índice, sintiendo la 'M' grabada en él. Era un hábito tranquilizador que había adquirido desde el momento en que Levi le puso el collar; le hacía sentir como si estuviera más conectada a él cuando estaban separados. ¿Cursi? Sí. ¿Digno de vergüenza? Absolutamente. ¿Lo dejaría de hacer? Ni en sueños.

Caminó alrededor de las mesas llenas de rostros sonrientes. Algunos eran familias, otros amigos o parejas; incluso aquellos que estaban solos parecían estar de buen ánimo. Llegó a una mesa justo a tiempo, ya que una familia la estaba dejando. Sacó un pañuelo blanco de su bolsillo y comenzó a limpiar la mesa, sabía que Levi comentaría sobre el desagradable desorden de migas dejado atrás si no lo hacía.

—¡Mia! —llamó una voz familiar.

Mia se volvió justo a tiempo para ser envuelta en un abrazo por Hannah. Fue una sorpresa encantadora, ya que había vuelto a casa para ver a su familia durante las vacaciones.

—¡Hannah! —Mia la abrazó de vuelta—. ¿Estás aquí con tu familia?

—¡Sí! ¿Hay alguna posibilidad de que tengas espacio para tres más? Mis padres y mi hermano están allí esperando su comida.

Mia miró por encima del hombro de Hannah, sonriendo a sus padres y a su hermanito que saltaba agitando los brazos hacia ella. Les devolvió el saludo mientras se sentaban en la mesa.

—Claro, hay espacio para todos nosotros. Solo estoy con Levi, Hange y el comandante...

—¡Espera, Mia! —dijo Hannah—. Tienes que contarme. ¿Pasó algo entre tú y el capitán después de que todos nos fuimos a la cama en Nochebuena?

Mia se puso escarlata. La boca de Hannah se abrió en shock y señaló a la chica sonrojada.

—¡Así que es verdad! —dijo acusadoramente—. Habla. Ahora.

Grey [Levi Ackerman] TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora