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Todo lo contrario a lo que esperaba, a Jungkook le resultó difícil conciliar el sueño. Durante la noche, se despertó en varias ocasiones y por más que intentó volver a dormir, no pudo encontrar el descanso necesario. Finalmente, decidió rendirse ante la lucha infructuosa y aceptar que la noche sería una de insomnio. Sin embargo, encontró cierta calma al observar a Jimin durmiendo plácidamente a su lado, como si todo estuviera en paz.

Su mente era un torbellino de pensamientos, una amalgama de preocupaciones que se agolpaban con fuerza en su cabeza. Era plenamente consciente de la magnitud de lo que había expresado a sus padres y de las consecuencias que podrían derivar de ello. Sin embargo, a pesar de lo complicada que se presentaba la situación, su determinación de sacar a su hermano de aquella casa no flaqueaba.

En medio de la oscuridad de la habitación, Jungkook reflexionó sobre los desafíos que les esperaban. Sabía que el camino no sería fácil, que enfrentarían obstáculos y dificultades en su búsqueda por un entorno más seguro y saludable. Pero su compromiso hacia Jimin y su deseo de protegerlo superaban cualquier miedo o incertidumbre.

A medida que la noche avanzaba y el insomnio persistía, Jungkook trazó mentalmente los primeros pasos de su plan de escape. A pesar de estar cerca de terminar su carrera, era plenamente consciente de que tener un título no garantizaba una vida resuelta. Sabía que tendría que empezar desde abajo y enfrentar desafíos, pero estaba dispuesto a hacerlo para poder llevarse a Jimin consigo.

Debe admitir que nunca se imaginó que se vería envuelto en esta situación. En su inocencia y en lo más profundo de su ser, habría deseado que sus padres reflexionaran sobre sus acciones. Eso habría sido lo ideal. Lamentablemente, las cosas no resultaron como esperaba y ahora el peso que debía llevar sobre sus hombros era inmenso.

A medida que las horas pasaban y la oscuridad de la noche se intensificaba, Jungkook se aferraba a la esperanza de un futuro diferente para él y su hermano. Aunque la incertidumbre y el miedo se aferraban a su corazón, se negaba a dejar que lo consumieran por completo.

Se repetía a sí mismo que era fuerte y capaz de superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino. A pesar de la carga emocional que llevaba consigo, se negaba a dejarse vencer. Cada vez que dudaba, pensaba en Jimin y en la necesidad de proporcionarle un entorno seguro y lleno de amor.

En medio de la incertidumbre y el agotamiento, Jungkook encontró una fuerza renovada. El amor y el deseo de darle a Jimin una vida mejor se convirtieron en su motor impulsor. En momentos como estos, se daba cuenta de que siempre estaba preocupado por el bienestar de los demás, especialmente el de su hermano menor. Pero también era consciente de que a veces necesitaba alguien que velara por él, y esa falta de apoyo a veces apretaba su corazón.

Dejando de lado esos pensamientos por un momento, Jungkook dejó escapar un fuerte suspiro y negó levemente con la cabeza. No era el momento de sumergirse en sus propias preocupaciones. Debía mantenerse centrado en el objetivo que tenía en mente. Giró su cuerpo en la cama para quedar frente a Jimin y suavemente llevó su mano al cabello del menor, comenzando a acariciarlo con amor y paciencia.

Cada caricia era un gesto de ternura y consuelo. Los dedos de Jungkook se deslizaban suavemente entre los mechones de cabello, transmitiendo a través del tacto todo el amor y la protección que sentía hacia su hermano. Era su manera de decirle que siempre estaría ahí para él, que nunca lo abandonaría.

A medida que sus caricias continuaban, Jungkook podía sentir cómo la tensión en su propio cuerpo comenzaba a disiparse. El simple acto de cuidar de su hermano, de brindarle ese momento de paz y tranquilidad, también le brindaba a él mismo un respiro. En ese momento, el mundo exterior parecía desvanecerse y solo existían ellos dos.

・⁺ 𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐘𝐎𝐔《𝙺𝚘𝚘𝚔𝚅》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora