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Jungkook era incapaz de sentirse enojado con Jimin. Reconocía la nobleza de su hermano y sabía que su corazón no podía albergar rencor. Además, sabe que en lo más íntimo de su ser, siempre había mantenido la esperanza de que sus padres fueran capaces de reflexionar y cambiar.

Sin embargo, para Jungkook era diferente. Aunque afirmaba que su hermano menor había sido quien más había sufrido durante todo ese tiempo, en lo más profundo de su ser, sabía que él también había sido lastimado de igual manera.

Las cicatrices emocionales que llevaba eran testigos del dolor y la decepción que había experimentado. Había cargado con la responsabilidad de proteger a Jimin y de ser su soporte durante los momentos difíciles. Siempre trató de ser fuerte por ambos, pero en el proceso, había ocultado sus propias heridas y necesidades.

A pesar de su aparente enojo, Jungkook también llevaba consigo la carga de esas heridas no sanadas. Reconocía que, en su interior, anhelaba una familia unida y amorosa. Pero también comprendía que eso requeriría un esfuerzo conjunto y un compromiso genuino por parte de todos, incluidos sus padres.

En ese instante, mientras contemplaba cómo Jimin estaba dispuesto a darles una oportunidad y escuchar a sus padres, Jungkook se encontraba en un cruce de emociones. Se enfrentaba a sus propios sentimientos y a la ardua tarea de perdonar y sanar. Aunque siempre se había considerado una persona que no guardaba rencor, había llegado a su límite en relación a esta situación.

La acumulación de decepciones, desilusiones y heridas emocionales había alcanzado un punto crítico en su interior. No se trataba solo de una simple molestia o enfado momentáneo, sino de un peso profundo y persistente que había llevado consigo durante muchos años.

— ¿Por qué están haciendo esto? ¿No pudieron esperar? — Jungkook no pudo contener su frustración y dejó escapar sus palabras con molestia. Ya no se preocupaba por mantener esa apariencia de buen hijo frente a sus padres, estaba cansado de llevar esa máscara y de reprimir sus sentimientos.

Los mayores se vieron profundamente afectados por la reacción de Jungkook, especialmente su madre, cuyas lágrimas no cesaban de fluir. El dolor y la tristeza en sus rostros eran evidentes, reflejando el remordimiento que cargaban en sus corazones.

— No queríamos perder más tiempo del que ya hemos dejado pasar— su padre es quien responde, reconociendo en el tono de su voz lo arrepentidos que estaban. 

— Que raro— responde Jungkook con amarga ironía— teniendo en cuenta que les importamos una mierda. Muy considerado de su parte.

Sus palabras fueron un golpe directo a la conciencia de sus padres, quienes comprendieron la magnitud del dolor y la desilusión que habían causado a sus propios hijos. El silencio se apoderó del lugar, dejando al descubierto la brecha que se había formado entre ellos.

La tensión en el ambiente era palpable mientras cada uno de ellos luchaba con sus propias emociones y expectativas rotas.

— Kookie... — llamó Jimin, colocando su mano en el brazo de su hermano. Las palabras no eran necesarias, Jungkook podía comprender todo con solo verlo a los ojos.

Por mucho que quisiera evitar exponer a su hermano a más dolor emocional, Jungkook no quería imponer su propio punto de vista a Jimin. Deseaba fervientemente que su hermano tuviera la libertad de tomar sus propias decisiones y vivir según su voluntad.

Al ver a Jimin, su mirada se suavizó y dejó escapar un suspiro fatigado. Con ternura, acarició la mejilla del menor y asintió ligeramente. — Haz lo que desees, Minnie. Estaré a tu lado — declaró con determinación, entrelazando su mano con la de su hermano.

・⁺ 𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐘𝐎𝐔《𝙺𝚘𝚘𝚔𝚅》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora