Capítulo 26 | Enfrentar los hechos

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"𝑾𝒐𝒖𝒍𝒅 𝒊𝒕 𝒃𝒆 𝒆𝒏𝒐𝒖𝒈𝒉 𝒊𝒇 𝑰 𝒄𝒐𝒖𝒍𝒅 𝒏𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒈𝒊𝒗𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒑𝒆𝒂𝒄𝒆?"

𝐓𝐚𝐲𝐥𝐨𝐫 𝐒𝐰𝐢𝐟𝐭


Kelly la mira desde el otro lado de la mesa, con una ceja alzada, una mueca en los labios y los brazos cruzados a la altura del pecho. Tiffany se remueve inquieta, su mejor amiga no deja de mirarla como si le estuviera haciendo una radiografía y pudiera ver más allá de su piel, aunque pensó que eso era exactamente el poder de una mejor amiga: poder ver más allá de lo que una enseña.

—Deja de mirarme así —murmura Tiffany un tanto incomoda y se remueve en su asiento. Pero su mejor amiga la ignora y continúa con la misma máscara sobre ella—. Kelly...

—Espera, aún no lo decido.

—¿Qué cosa?

—Si debo estar feliz porque por fin tuviste sexo o debo molestarme porque como tu mejor amiga solo recibí un mensaje sin detalles.

El calor trepa por el cuello de Tiffany hasta dar con sus mejillas y continúa subiendo hasta que nota como le arden las orejas. Jamás se terminaría de acostumbrar a la forma de ser directa de su mejor amiga. Tan sincera y sin filtro era una, mientras que la otra iba por la vida como un perrito asustado.

—Pero si te di detalles...

—Pasaste un fin de semana teniendo sexo con tu ex y lo único que me dices es... —rebusca en su móvil hasta dar con el mensaje, una vez que lo encuentra se aclara la garganta y lo lee—. "Pasaron muchas cosas. Te llamo al llegar" —deja el móvil a un lado y la mira con una ceja alzada—. Llegaste a Nueva York hace tres días ¿Qué fue más importante que hablar con tu mejor amiga para contarle los sucios detalles de tu fin de semana?

—Kelly...

—Fin de semana promiscuo, debo decir.

—¡Kelly! ¡No puedes usar esa palabra!

Su mejor amiga dejó escapar una sonora carcajada sin poder apartar los ojos de ella, para Kelly era muy chistoso que su amiga tuviera mucha vergüenza para hablar de cosas tan mundanas como lo era el sexo y adoraba hacerla sentir incómoda, lo hacía como forma de cobrarse todo lo que ella la había ignorado en tres días.

Ahora ambas estaban en la cafetería favorita de Kelly, donde lo único sin gluten que servía era una porción de tarta de fresa, así que mientras Tiffany engullía su pequeña porción, su mejor amiga devoraba sin parar la tarta de queso que era la especialidad del lugar y la favorita de ella.

Kelly solía decir que la tarta de queso era la combinación perfecta entre lo dulce y lo salado, y Tiffany arrugaba la nariz cada vez que la veía devorar aquello sin detenerse y le sorprendía que en el diminuto cuerpo de su mejor amiga entrara toda esa comida.

Lo que a Tiffany más le avergonzaba era de hecho no tener una razón de por qué la ignoró por tres días, aunque la razón si existía: se la había pasado en el apartamento de Tyler. Se iban a dormir juntos y despertaban uno al lado del otro, él la llevaba a trabajar y luego al salir se encontraban. Solo volvió a su piso cuando llegaron de Virginia para dejar su maleta y preparar un bolso más pequeño.

No se avergonzaba de haber estado con Tyler día y noche; lo que le costaba admitir era que lo hacía para no hablar de las cosas importantes: se llenaba de trabajo para evitar pensar en todo lo que le faltaba, en la tristeza y el vacío que sentía, y ahora estaba usando la excusa de Tyler para no resolver todos sus problemas personales.

Tus mentiras y mis verdades ✔ [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora