Capítulo 19 | Distintos tipos de alergia

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"𝑺𝒐, 𝒎𝒂𝒌𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒇𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅𝒔𝒉𝒊𝒑 𝒃𝒓𝒂𝒄𝒆𝒍𝒆𝒕𝒔, 𝒕𝒂𝒌𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒎𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒕𝒂𝒔𝒕𝒆 𝒊𝒕"

𝐓𝐚𝐲𝐥𝐨𝐫 𝐒𝐰𝐢𝐟𝐭


—¡Fuiste una zorra!

Kelly con suerte podía respirar, acababan de detenerse y se dejó caer sobre una banca del parque para poder recuperar el aire. Tiffany se dobló sobre su cuerpo y apoyó las manos en sus rodillas boqueando como un pez producto de lo agitada que se encontraba.

—¡Kelly! —dijo entre jadeos—. No puedes llamarme así, soy tu mejor amiga.

Se limitó a gruñir mientras lanzaba todo su cuerpo contra el frío e incómodo material de la banca, y en lo único que podía pensar Kelly era en lo mala idea que fue aceptar la propuesta de su mejor amiga.

—Puedo llamarte como quiera porque en estos momentos no eres mi mejor amiga —inhaló con fuerza—. Ahora mismo eres la peor persona de la tierra ¡Eres un dementor! ¡Estás chupando mi alma!

—Yo no estoy chupando tu alma —murmuró dirigiéndole una mirada asesina—. Vamos, tenemos que seguir, son tres kilómetros y ni siquiera hicimos uno.

Tiffany comenzó a trotar alrededor del parque, retomando el camino que habían abandonado y su mejor amiga observaba su espalda mientras negaba, pero se levantó a regañadientes y trotó hacia ella hasta que alcanzó su altura.

Era sábado y, aunque Tiffany debería estar haciendo reposo absoluto según las indicaciones del doctor, se encontraban trotando alrededor de Central Park. Esa mañana se había despertado temprano, Tyler seguía en su piso, pero ya no a su lado durmiendo, se encontraba en la cocina haciendo el desayuno, lo que le causó un deja vu que se desvaneció al instante al sentir la incomodidad en el ambiente.

No hubo charla profunda, ni chistes o bromas, solo sonrisas incomodas y un beso de despedida que se sintió tan frío como la brisa invernal que las golpeaba ahora mientras trotaban.

La razón por la que Tiffany no hacía reposo era porque no soportaba estar sola ya que inevitablemente pensaría en todo lo que él le había confesado la noche anterior y en cómo ella no pudo responder absolutamente nada, en cómo se quedó mirándolo, un poco embobada, un poco confundida, y cómo simplemente hizo que se quedara a dormir para luego despedirlo a la mañana siguiente, como si fueran pareja o amigos, pero al parecer no eran ninguno.

Se sentía patética y lo único que se le ocurrió fue llamar a su mejor amiga. Ella respondió al instante y tras engañarla con promesas de un almuerzo cargado de carbohidratos, ahora se encontraban dando vueltas alrededor de Central Park con ropa deportiva. Kelly ni siquiera tenía ropa deportiva, todo lo que implicara actividades al aire libre le daba vomito y la mareaba, en el instituto todas sus actividades extracurriculares distaban mucho de gimnasia.

Tiffany le había hecho un informe con lujo de detalles de todos los sucesos de la noche anterior, desde la cena, los mensajes, la alergia, el Hospital, las palabras de Tyler y todo lo que ella no dijo, aunque le habría gustado responder.

—¿Por qué estamos haciendo esto? —jadeo Kelly.

—Para ejercitarnos —respondió Tiffany con simpleza, como si esa fuera la razón que se escondía detrás de ambas se estuviesen congelando hasta los huesos.

—Por favor Tiffany, si quieres hacer ejercicio podrías tener sexo y ya, mal no te vendría —murmuró— ¿Qué? Sabes que tengo razón.

—No —comenzó a sentir como se sonrojaba, el calor le cubrió el cuello hasta las mejillas, pero se escondió en el cuello de su abrigo deportivo—, no es así. Tu necesitas sexo.

Tus mentiras y mis verdades ✔ [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora