La Boda

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Un matrimonio arreglado nunca es algo muy romántico y cuando existe un contrato de millones de dólares de por medio, lo hace mucho menos elegante o apasionado.
Este contrato en específico no sólo tenía una cantidad de dinero inalcanzable para cualquiera en tinta, sino que también incluía en letras mayúsculas la vida del joven con voz de ángel.

Un contrato de por vida para unir las almas podridas de los cadáveres de dos artistas. Los muertos abandonaban sus tumbas, levantaban la tierra, caminaban hasta su destino con lo que les quedaba de piel y huesos.
Una iglesia donde los ángeles de alas negras se encontraban predicando la ceremonia, una misa negra con el novio parado en el altar esperando a su pareja.

Un traje ajustado de tres piezas era la vestimenta del novio de cabello despeinado azul, con ojos de diferente color, uno blanco y brillante como la luna, mientras que el otro estaba sumido en el rincón mas oscuro de su cráneo. Pero su cabello al viento no sería lo único azul, su arreglo de flores para la solapa de su traje negro tenía todos los matices y tonos de azul pastel, ese arreglo estaba sujeto a su saco justo en frente su corazón.
Su corazón ya había dado su último latido al momento de proponerle matrimonio a la mujer de vestido blanco, con el anillo de compromiso de su familia.

La música empieza desde lo alto de la cátedra, el Órgano tiene un sonido tan característico que solo en las películas de terror puede ser reconocido. Una entonación tétrica y lúgubre comenzaría la ceremonia.

La enorme puerta se abre de par en par, para dejar entrar una brisa muerta de aire frío junto a la novia.
El velo bailaba y se elevaba con el viento, una delgada tela sumamente larga que cubría el rostro de la dama. El vestido tenía una brillante falda de 10 capaz de tul con decorado de flores, un escote en forma de corazón que acababa en el corsé ajustado, no a la cintura, si no a las costillas del cadáver.
El sonido de los tacones resonaba en toda la iglesia, ni siquiera la música de la ceremonia evitaba que el golpeteo de sus zapatos llenará de miedo y terror en los corazones de sus invitados.

Y al momento de estar en el altar, el novio retiraría el velo de su rostro, para recibir aquella mano con su anillo.

- Hermanos estamos aquí reunidos para unir en santo matrimonio a esta pareja Stuart Harold Pot & Paula Cracker -

Los votos de ambos estaban vacíos, eran promesas que nunca se cumplirían, mentiras podridas y palabras sin amor o fe en el futuro de la pareja.

- ahora para sellar este lazo tu Paula Cracker aceptas a Stuart como tu fiel y amado esposo -

P- acepto - respondería con una sonrisa asesina y unos ojos fríos como la nieve.

- y tu Stuart H. Pot aceptas a Paula como tu amada esposa -

2D -... ¿¿Tengo que contestar?? -

Sus ojos rodaban hacia dentro de su cabeza con solo pensar en la respuesta.

2D - agh~ yo acepto -

- si hay alguien se opone a esta unión que hable ahora o calle para siempre -

El agudo sonido del freno de una motocicleta dibujando con las ruedas en el pavimento, detendría toda la ceremonia.
No conforme con eso, aquel caballero demoníaco abriría las puertas de la iglesia entonando a gritos la única frase que podría rescatar a la pareja de un matrimonio arreglando y sin amor:

M- ¡Yo! ¡Yo Me Opongo!

El asombro no cabía en la cátedra, el único que aun mantenía una expresión sería y aburrida.

P- si viniste por mi~

2D -... ¿Qué haces aquí?

M- ¿no es obvio?

¿¡Por Que Lo Hiciste!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora