Adiós

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La observándola dormir plácidamente a su lado, acarició lentamente su espalda, sintiendo la suavidad de su piel, era demasiado joven para él, debido resistirse a ella, suspiro.

—¿No puedes dormir? —preguntó Nina con los ojos cerrados.

—Estoy en ello. —respondió mirándola abrir los ojos, mostrándole el cielo en ellos.

—¿Te sientes mal? —preguntó sentándose en la cama.

—No, estoy bien. —le aseguró. —¿De verdad? has estado muy serio estos últimos días, más de lo usual en ti

—¿Cómo lo sabes? No hace mucho que nos conocemos. —comentó.

—Pero hemos estado cerca desde el día que llegaste a Alaska. —dijo subiéndose sobre él— Cuando se te descompuso el jeep.

—Es verdad, desde entonces me acosabas.

—Claro que no, solo quería conquistarte, no lo logre, pero somos buenos amigos. —comentó sonriendo, intentando que no se notara el malestar que sentía al decir esas palabras.

—Así es, somos buenos amigos. —confirmó el griego también sonriendo, sintiéndose igual de mal que ella, se incorporó para besarla lentamente.

Ninguno de los dos dijo algo más, se dejaron llevar y terminaron después de un intenso orgasmo, fue entonces cuando pudieron dormir.

—Tengo que irme, vendré por ti a las siete. —le dijo Xandro por la mañana.

—Aja. —murmuró dormida.

—Estás escuchándome ardilla. —la movió.

—Fuerte y claro, —sonrió abriendo los ojos— Estaré esperándote, —le prometió.

—Bien, vuelve a dormir. —le dio un beso casto, la rubia asintió moviéndose en la cama para acomodarse entre las almohadas y volver a dormir. 

El griego salió de la cabaña, subió al Jeep para ir a prepararse para el día, el cual transcurrió lento entre los auditores y los abogados.

—Bueno creo que, en un par de días, nos podremos ir. —dijo su padre terminando la reunión, los abogados se fueron primero debían ir a la ciudad a interponer la denuncia contra el exgerente del hotel.

—Me alegro, al fin podré dormir. —comento Ares.

—Y yo soy adicto al trabajo.  —musito Xandro. 

—Lo eres, yo siempre trabajo lo necesario sin excederme, solo cuando viajo tiendo hacer esto y es por la diferencia de horarios con Grecia. —se justificó, y tenía toda la razón él ocupaba el puesto que según su padre había dejado, porque hay que recordar que él según estaba retirado, aunque para estarlo seguía siendo muy activo, sobre todo cuando se presentaban los problemas

—¿Estás listo para volver al trabajo? Te recuerdo que no debes extralimitarte. —comentó su padre. 

—Lo sé, espero que consigas a alguien rápido, no quiero estar mucho tiempo frente al hotel, se supone que es mi año sabático, pensaba hacer algunos viajes.

—No te preocupes, hablé con el departamento de recursos humanos y ya están buscando a alguien capacitado para el puesto. —le informó su hermano.

—Me parece bien que viaje, tómate un par de días para que vayas a Grecia, hace mucho que no lo haces. —intervino su padre.

—Tal vez lo haga ¿Dónde van a cenar? —indago.

—Iremos a cenar a casa de una amiga de tu madre, se encontraron hoy por la mañana y decidieron ponerse al día. —respondió. 

XANDRO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora