XANDRO

Sweetarts

>>>Hola rubia ¿qué vas a hacer hoy? —leyó el mensaje que acababa de llegarle de un número desconocido.

<<< ¿Quién eres? —escribió antes de morder uno sweetarts de cereza.

>>>Soy el hombre más sexy y guapo que conoces. —recibió la respuesta casi de inmediato.

<<<Eso no puede ser cierto, porque a ese hombre lo tengo bloqueado. —envió el mensaje dando vuelta en la cama para quedar boca abajo.

 >>>Me has roto el corazón, realmente pensaba que era el hombre más sexy y guapo que conoces, pero tristemente me doy cuenta de que no es así, Soy Murat. —leyó la rubia la respuesta, se rio fuerte.

<<<Estás un poquito mal de la cabeza, no tengo ningún plan ¿y tú?

>>>Tampoco ¿quieres salir conmigo? —Nina leyó un par de veces el mensaje antes de escribir la respuesta.

<<<Cómo amigos ¿verdad?

>>>Sí, o como tú quieras.

<<<Está bien, como amigos salgamos ¿Dónde nos vemos? —preguntó para luego salir de la cama para buscar que ropa ponerse.

>>>Ya que te gusta patinar, te veo en la pista de hielo del Rockefeller Center, en cuarenta minutos, no llegues tarde, rubia.

<<<Soy puntual, ahí te veo. 

Nina se preparó rápido para encontrarse con Murat, eligió ir toda de negro y ponerse un gorro, guantes y abrigo de color rosa vibrante.

—¿A dónde va mi niña linda? —le preguntó su padre al verla bajar las escaleras.

—Hola papá, voy a patinar al Rockefeller Center con un amigo. —le contó terminando de bajar los últimos escalones.

—¿Amigo o novio? —cuestionó Mijaíl mirándola fijamente.

—Amigo, es solo un amigo, te lo juro. —dijo sonriendo antes de besar la mejilla de su papá.

—Bien, espero que sea verdad.

—Lo es. —le aseguró Y Jaíl asintió.

—¿Vas a conducir o quieres que te lleve Alfred? —inquirió.

—Hummm, creo que le pediré que me lleve, pensaba conducir, pero será mejor que no lo haga, debe haber mucho tráfico por la temporada navideña. —comentó dándole un beso en la mejilla— Nos vemos después.

—Está bien, ve con cuidado cariño, cenaremos en el nuevo restaurante de mamá. —le recordó.

—Ahí estaré. —dijo dirigiéndose en busca del chofer.

Le pidió que lo llevará hasta la pista de hielo, miró a Murat esperando por ella.

—Hola, no llegues tarde, tú llegaste temprano. —señaló.

—Hola, lo sé. —respondió sonriendo— ¿Quieres patinar? —dijo señalando la pista detrás de él.

—Podria hacerlo ¿tú sabes?

—Claro ¿de dónde crees que soy? —inquirió de forma retórica extendiendo la mano hacia ella.

—¿De dónde eres? —preguntó pensando un segundo antes de tomar su mano.

—De aquí, por supuesto. —respondió regalándole un guiño.

—Pensé que eras de los Hamptons. —señaló—mientras caminaban a la taquilla para pagar la entrada a la pista de hielo.