Jeon JungKook, un híbrido tigre blanco de bengala se cruza en el camino de Kim TaeHyung, un tigre siberiano que corría en busca de seguridad.
Pasarán la noche juntos sin imaginarse que aquel encuentro dejará un pequeño regalo.
Jeon jamás pe...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La penumbra de la noche era su gran aliada, usando a su favor la sombra de las palmeras y algunos arbustos; avanzaron, observando a la pareja desde la distancia.
Con sigilo, intentando guardar extremo silencio, siguieron cada movimiento del omega.
No podían perderlo de vista.
— Se detuvo. — Susurró deteniendo sus pasos.
— Solo está observando la Luna, ya deberíamos...
— Shh, shh, tío Hoseok splite — posó su dedito sobre los labios ajenos —. Te dije que mi papi está lalo, y voy a velifical que no esté planeando escapal de papá Kook.
— No se va a escapar.
— Pol eso estamos aquí, pala impedil su plan en caso de que vea su fugitiseñal.
— ¿Y cuál es esa? — Se escondieron rápidamente al escuchar un ruido.
— Ya sabes... Su milada. Esa que desvía antes de colel cómo si lo pelsiguiela el diablo...
— Shh, alguien está cerca.
Los arbustos se movieron, y Hoseok sintió que el alma lo abandonaba cuando divisó dos presencias.
— Casi no los encontramos. — Fany gateaba con sigilo.
— Ya me duelen las piernas por estar caminando acurrucada.
— Eso te pasa por no hacerme caso, y gatear conmigo.
— No me digas, panda dormilona.
— No te esponjes, osa terca.
— Son las dos loquitas, pensé que eran fantasmas de náufragos — susurró poniendo su mano en el pecho —. Regresa alma querida, fue una falsa alarma.
— Tías, ¿qué hacen aquí? — Susurró mirando rápidamente hacia donde se encontraban sus padres.
— ¿No se habían quedado dormidas con Lisa?
— Les dije que tramaban algo. — Lisa llegó arrastrándose al estilo militar.
— Hablen más bajito, nos van a descublil.
— Pero si estamos en el piso, ¿qué más bajito quieres? — Expresó Lorena acostándose boca arriba.
— Cierto, mi niño, ya nos tocaría llegar al inframundo para hablar más bajito. — Agregó Fany.
El cachorro posó sus manitos en las mejillas, moviendo la cabeza de lado a lado.
— Ni se les ocula leílse — entrecerró los ojos, observando con seriedad a Hoseok y Lisa que luchaban por ahogar la risa —. Tías, les digo que hablen en un tono de voz más bajo.
— ¿Por qué los espiamos? — Lorena asomó levemente la cabeza, y los demás la siguieron.
— ¿Es para darle uso a nuestros atuendos de ninjas ocultos en las sombras? — Bromeó Lisa.