Caminata

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POV JENNA:

Si tuviera que describir la fama en una palabra sería: abrumadora.

Por más que quiera adaptarme al hecho de que tenga paparazzis rodeándome apenas piso la calle es de las cosas más difíciles que hay.

Desde pequeña quise ser una actriz exitosa, pero a veces hay momentos en los que quiero volver a aquellos tiempos en los que podía vivir mi vida con normalidad, sin tener miedo de que la gente grabe cada una de mis acciones. Aprecio que la gente me admira, pero hay puntos en los que quiero tener más privacidad de mi vida.

Siempre me han advertido sobre ésto, y me he estado preparando para lidiar con los fans, y lo estaba llevando bien, hasta que salió Merlina y todo se descontroló, siendo sincera no me esperaba que el impacto que tendría la serie fuera grande, y ahora es reconocido mundialmente, lo cual significa que mi fama ha aumentado.

Son muy pocos los momentos "normales" que tengo, mi vida se basa en ir de un lado al otro, de entrevista en entrevista, de sesión de fotos en sesión de fotos, de grabaciones en grabaciones, y así. Cada que puedo voy a visitar a mi familia, sin embargo solo puedo quedarme un par de días.

Hay veces en las que solo quiero retirarme por un tiempo y descansar, pero luego me recuerdo que ésta es mi pasión, este trabajo es mi vida, vivo por ésto, y sé que si me tomo un tiempo me sentiré vacía. Prefiero disfrutar las pocas oportunidades que tengo de descansar y hacerlo.

Me dieron unas ganas inmensas de salir a caminar sin rumbo, implica avisarles a mis guardaespaldas y a mi manager, que está en la habitación de al lado -estamos en un hotel en Washington porque tengo una sesión de fotos mañana a primera hora-, así que salí de mi habitación y toqué la suya.

-¿Qué sucede, Jenna? -me preguntó al verme.

-¿Puedes decirles a los chicos de seguridad que saldremos en un par de minutos a caminar? Necesito salir de esa habitación -expliqué.

-Claro, pero recuerda mantener el perfil bajo y no tardar mucho -me recordó como siempre, como si no supiera ya lo que tengo que hacer.

-Si, si, lo sé. Diles que los espero abajo, por favor -di media vuelta y entré a mi habitación para cambiarme, vestí ropa oscura y cómoda, tomé mi celular, mis lentes oscuros y mis indispensables audífonos.

Salí al lobby del hotel, donde ya me esperaban dos hombres de seguridad para acompañarme, también vestidos de negro.

-Señorita Ortega, ¿hacia donde nos dirigimos? -preguntó uno de los guardaespaldas.

-No hay rumbo -sonreí y empecé a salir del hotel, con ambos siguiéndome de cerca.

Menos mal no se ha filtrado en qué hotel estoy, solo saben que estoy en la capital, tal vez haya gente buscándome por ahí, pero no le di mucha importancia.

Caminamos por varios minutos en línea recta, sin saber a dónde me dirijo. Vi a lo lejos un pequeño parque, al parecer no había mucha gente, más que perfecto.

-Me sentaré aquí un rato -le informé a los hombres y me senté recostada de un árbol, mirando cómo la gente pasaba sin notar mi presencia, respiré profundamente, aliviada por eso.

A lo lejos escuché unos aplausos, me incorporé un poco para ver de dónde venía, había un montón de personas rodeando algo, o alguien, decidí acercarme un poco.

-No creo que sea seguro, señorita Ortega -me advirtió el guardaespaldas colocando una mano suavemente en mi hombro.

-No te preocupes, mantendré la distancia, sólo quiero ver que pasa -me encogí de hombros.

-Yo puedo ir -sugirió el otro.

-Prefiero ir por mí misma, ¿qué es lo peor que puede pasar? Ustedes están conmigo. Vamos -los animé a seguirme hacia la gente reunida.

Me acerqué lo suficiente para escuchar una guitarra sonar, y luego una voz cantando, vaya que sonaba bien, se nota que tiene talento.

Me acerqué un poco más, a través de un pequeño espacio pude ver a un chico como de 23 años sentado en el piso tocando una guitarra, se ve que está desgastada y vieja, tenía un sombrero negro junto a él, donde vi que una pareja colocó unos billetes.

Dejó de tocar y la gente le volvió a aplaudir, incluida yo, en serio este chico tiene una muy bonita voz.

-Muchas gracias por el apoyo, de verdad -agradeció el chico levantándose del piso, la gente empezó a alejarse, bajé la cabeza para que no me reconocieran.

Cuando la levanté me encontré con unos ojos verdes mirándome con curiosidad.

Extraño || Jenna Ortega x TN MaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora