28, 28, 28, 27...
Mis cejas se torcieron.
-¿El 27? Oh, no me sentía bien en ese momento. Estaba estresada....
Hoy es viernes 20, y no sé qué hizo el estúpido y despiadado Kyle Weisz, pero lo arruinó, y el ciclo de calor apenas se prolonga entre el viernes y el sábado de la próxima semana.
Si empiezo el 28 como siempre, no habrá problema, pero si empiezo el 27 porque mi cuerpo reacciona sensiblemente a una situación diferente...
-Kyle.
Calmé mi mente mientras miraba de nuevo el sicómoro por la ventana. Mientras miraba las hojas que se mecían pacíficamente con el viento, me di cuenta de que finalmente había sido atrapada nuevamente por las manos de Kyle.
Ya estaba asumiendo que llenaría la vacante de Kyle. Estaba pensando en contactar a una persona que pudiera cuidar el pequeño café y comprar algunas cosas por adelantado.
Después de respirar hondo, me dirigí a la cama. Apoyé la espalda contra la pared, levanté las rodillas y las abracé con ambos brazos.
-Kyle... Por favor, llega a las seis en punto el lunes por la mañana.
Poniendo el rostro en mi regazo redondo, dejé escapar un suspiro caliente.
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El tiempo pasó volando.
Mis ojos se abrieron con sorpresa ante el sonido de la alarma puesta a las cinco y media de la mañana. Tan pronto como abrí los ojos, me di cuenta de lo jodida que estaba ahora (no me malinterpreten, soy una persona sana que no suele usar malas palabras) no puedo predecir que tan grandes son las cosas esperándome y luego me desesperé de nuevo...
Rápidamente encendí mi teléfono celular junto a la cama, pero permaneció en silencio. No se hizo ningún contacto.
-Mierda...
Era un nuevo comienzo para un lunes.
-Ay, Kyle...
Me alboroté el cabello y me recosté de lado. Froté mi mejilla contra la almohada y gemi antes de dejar escapar un sollozo que no se parecía en nada a un suspiro. Cuando el amanecer azulado me hizo cosquillas en el rostro, se sintió tan tranquilo y pacífico que pensé que si me volvía a dormir, no habría ningún deseo.
Originalmente tenía presión arterial baja y me costaba mucho despertarme por la mañana. Alrededor de las diez u once, me daba vergüenza llamarlo mañana, así que me levanté tarde y disfruté de un simple sándwich y una taza de café. Dándome una ducha tranquila, secándome el pelo, tumbada en la tumbona del jardín y disfrutando de la brisa, era el tipo de cosa que se adapta a mi cuerpo.
Las 6:30 de la mañana significa que nunca, nunca tuve tiempo de despertarme en mi vida. Nunca jamás.
Habitualmente tomé mi teléfono celular y llamé a Kyle. No sé cuántas veces le marqué el último fin de semana, parece que cada vez que respiro. De todos modos, el teléfono estaba apagado nuevamente esta vez, y estaba en silencio.
Realmente me sorprendió que Kyle, verdaderamente planeara darme un trabajo e incluso ir tras un amor fuera de control. Debido a que no hay nada a lo que confiar, pensó en confiarme su trabajo y correr hacia su amante. A la dueña de un pequeño café que nunca ha tenido un trabajo.
-Por favor Kyle...
5:42 am. No podía posponerlo más.
¡Ja! Arrojé mi teléfono sobre la cama y me levanté. Estaba muy cansada de acariciarme debajo de los ojos. No hace falta decir que apenas dormía bien y tenía que quedarme despierta todos los viernes y sábados por la noche, y el teléfono de Kyle nunca había estado encendido. Cada vez que hacía una llamada, se cortaba la energía y finalmente, salió el sol y era lunes por la mañana, cuando tenía que convertirme en Kyle e ir a trabajar.
