Éste capítulo va dedicado a mi amiga Natalia que me suplico que pusiera la primera escena.
Ethan Blossom.
- Pero sigo caliente. - Me dice, joder, ésta mujer definitivamente me dejará sin una gota.
- Victoria, pero si lo hicimos ayer, ¡Dos veces! - Le regaño, ¿Cómo es que tiene tanta energía?
- No me importa. - Se frota contra mi pantaloneta. - Además, esa camisa me pone aún más caliente, deberías quitarte la. - Dice, mirando fijamente a la camisa, luego baja y llega hasta donde su falda de tablas tapa.
- Bien, pero que sea un polvo rápido. - De una vez por todas acepto.
Y eso es la luz verde para que ella me bese de una vez por todas, el beso es hambriento, con mi mano derecha la tomo por el cuello y aprieto un poco, ella suelta un gemido aún con nuestras bocas juntas, sus caderas empiezan a balancearse y gracias a la fricción mi amigo despierta, haciendo que ella lo note a pesar de la ropa interior, cuando nos separamos, su mirada está cargada de deseo, nuestras miradas se conectan, se relame los labios y dirige su mirada a mi pantaloneta, es todo lo que necesito para acomodarla para que me la chupe, ella se baja de mis piernas y yo me bajo la pantaloneta, ella se encarga de los boxers y mi polla sale disparada frente a sus ojos saltones, la toma entre sus pequeñas manos y escupe para que le sea más fácil masturbarme, cuando ya estoy más duro de lo que estaba, ella lo ingresa a su boca, chupa y lame toda la longitud, cuando mi cabeza queda entre sus bonitos labios pintados de color rojo, por alguna razón quisiera liberarme y mancharlos, pero me abstengo, quiero que me monte también, así que la tomo en mis brazos y la subo, cuando llevo mis manos a sus bragas para bajarlas, me doy cuenta que no las tiene, se estaba metiendo los dedos, me puedo dar cuenta ya que los dedos de su mano izquierda los tiene pegajosos y tiene flujo en ellos, la miro, pero ella está concentrada en rozar su entrada con mi polla, rápidamente la llamo.
- ¡Hey! Tengo condones aquí, así que deja de pensar en hacerlo sin, suficiente con lo de ayer en tu baño. - Le regaño, chasquea la lengua y rueda los ojos.
- Ay, pero, ¿Por qué no? Se siente taaan bieeen. - Dice, hastiada.
- No, no pienso pausar nuestras vidas, y mucho menos la tuya. Tu futuro es lo primero, debes terminar tu carrera y yo debo terminar la mía y seguir jugando fútbol, así de sencillo. - Le recuerdo, no quisiera pausar mi carrera, y no quiero que ella también lo haga, pero si llegase a pasar, obviamente me haría responsable, no tuve padres presentes por su trabajo y además de que me tuvieron muy jóvenes, por eso mismo no quiero que ésto nos pase a nosotros.
- Bien. Pero ¿Y si un día llegase a pasar? - Me pregunta.
- Si un día llegase a pasar, trabajaría para darle todo a ambos. - Le acaricio la mejilla.
- Yo no he dicho que fuera conmigo. -
- ¿Que? ¿Y con quién piensas que me acuesto? No me he acostado con nadie más desde el día de los lockers, así que dile a tu cabeza que deje de pensar locuras que no son, ¿Entendido? - Asiente. - Bien, montame ahora preciosa. - Tomo un condón de la guantera y ella me lo coloca.
Se acomoda y baja lentamente, cuando está totalmente dentro de ella, yo le bajo la blusa y las copas del sostén, sus pechos salen bruscamente, me llevo un pezón a la boca y ella empieza a balancear sus caderas, me volveré adicto a éstas bonitas caderas, sus jadeos se hacen presentes y me retiro, cuando me incorporo, ella lleva sus manos a mis hombros y empieza a saltar de una manera tan agresiva, tan adictiva, tan ella, joder, me va a dejar seco.

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Amor en el campus.
RomanceEsto está prohibido, ella está prohibida para mí y para todos aquellos que pertenecen y pertenecieron al equipo de fútbol americano. Su hermano es algo egoísta, pero lo entiendo, teniendo una hermana así, yo tampoco dejaría que mis amigos se acercas...