Capitulo 8

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N/A: ಡ⁠ ͜⁠ ⁠ʖ⁠ ⁠ಡ estamos de regreso.

Jaina dió unos pasos para revelar sus brillantes ojos azules por debajo de su capucha negra

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Jaina dió unos pasos para revelar sus brillantes ojos azules por debajo de su capucha negra. Un sentimiento de melancolía se instaló en su pecho al contemplar la oscura belleza nocturna del Valle Canto de Tormenta, el principal puerto de Kul Tiras. Las hermosa ciudad portuaria estaba bien iluminada transformandose en un agradable espectáculo nocturno en combinación con los barcos que entraban y salían del puerto incluso a altas horas de la noche. Eso solo era prueba de lo concurrido que era el tráfico maritimo de la ciudad más importante de su patria.

La maga sintió el dorso de su mano humedo y levantó la mirada para contemplar el cielo. La luna estaba oculta detrás de enormes nubarrones negros, al parecer no iba a ser una tormenta grande, solo una lluvia pasajera.

Las gotas siguieron cayendo, lentamente aumentando su intensidad hasta que después de unos segundos toda la zona estaba cubierta por una fuerte lluvia. En algún momento Jaina había creado una pequeña barrera para protegerse de las inclemencias del clima, no le importaba mojarse, pero no podía hacerlo si quería ir a Rasganorte. Ir a ese frío paramo abandonado por los dioses no era algo que le atrajera mucho si su ropa se mojaba.

La lluvia bloqueó la visión de Jaina sobre la distante ciudad portuaria así que solo pudo suspirar resignada antes de darse la vuelta. El cristal azul de su báculo emitió una densa luz mientras pequeños círculos arcanos se combinaban rápidamente en la mano izquierda de la maga la cual para finalizar el encantamiento solo susurró una palabra.

-...Rasganorte

El espacio mismo empezó a retorcerse como un torbellino de luz azul muy familiar para ella. Este era un simple hechizo de portal, pero crear uno en tan poco tiempo para recorrer semejante distancia, no era algo que cualquier mago pudiera lograr.

Dándole una última mirada a donde antes se podía ver la ciudad portuaria, decidió de una vez y por todas, irse de allí. Tenía asuntos que resolver. Una vez Jaina cruzó el portal, este se cerró con un boom sónico provocado por el aire llenando rápidamente el vacío dejado.

Una vez del otro lado, la maga se llevó una sorpresa. Había caído en la nieve pero más que eso, inmediatamente se había hundido hasta el cuello en el suelo blanco, de ser por su rápida reacción activando un hechizo de levitación, podría haber caído incluso más profundo.

Rápidamente salió de la nieve usando su mana para limpiar su cuerpo, pero solo pudo fruncir el ceño mientras miraba el paisaje que le rodeaba. Estaba rodeada por un extraño paisaje que era incapaz de relacionar con Razganorte, este lugar era hermoso pero tenía un toque oscuro que le provocaba un escalofrío. Su mirada recorrió los árboles de hielo que le rodeaban, este era un bosque de cristal, todo parecía haber sido tallado por un supremo maestro artesano con un realismo que rallaba lo imposible.

Arthas: Redención Donde viven las historias. Descúbrelo ahora