Jaina despertó un momento después de que el Señor del Terror escapara de la ciudad. Lo primero que vió fue el preocupado rostro de Arthas que estaba arrodillado a un lado. El príncipe había agarrado entre sus manos las de la maga y su expresión de alivio al verla abrir los ojos fue obvia.
Bajo los cuidados de la magia de luz de los paladines, se había recuperado del agotamiento que había estado afectando su cuerpo durante los últimos días. Incluso hasta el punto de que cuando despertó su cuerpo se sentía más ligero y lleno de vitalidad, pero a pesar de todo, su cabeza todavía dolía como sí una daga estuviera lentamente perforando su sien.
La mueca de dolor que se le escapó alarmó a Arthas el cual se apresuró a susurrar una letanía. El poder de la luz brilló con fuerza en sus manos y una cálida energía fluyó a través del cuerpo de Jaina cayendo como un cubo de agua fría sobre su adolorida cabeza. En poco tiempo, el dolor causado por forzarse a canalizar casi completamente en solitario un hechizo de semejante escala, aminoró hasta casi desaparecer. Transformandose en un eco distante que podía ser pasado por alto.
-¿Te sientes mejor? —preguntó el principe luego de usar la bendición sobre su amada.
Jaina solo pudo dejar escapar un suspiro de alivio mientras miraba el rostro de Arthas. Ahora que se había quitado su yelmo, su rubia cabellera caía en cascada enmarcando su viriles facciones. Muchos decían que Arthas tenía los ojos de color Verde y otros aseguraban que eran de un Azul tan puro como el cielo en verano, pero Jaina que había tenido el placer de observarlos a detalle de cerca, podía decir que estaban completamente equivocados. Los ojos de su príncipe eran de un color verde azulado que le recordaban a una gema preciosa. La inocencia que reflejaban era algo que siempre había amado y al parecer en esta vida, le había sido posible proteger.
Un sollozo contenido escapó de la siempre dura Jaina. Las lágrimas cristalinas empezaron a fluir sin control provocando que una expresión de pánico apareciera en el rostro de Arthas. No sabía que hacer ya que ella no le respondió, así que cerró sus ojos para volver a hacer circular el poder de la luz hacía la maga.
Jaina solo pudo reir mientras lloraba al contemplar la escena.
-Estoy bien... —logró murmurar entre sollozos golpeando de forma juguetona el pecho del principe con uno de sus puños, cosa que él obviamente no sintió por la armadura que llevaba puesta— solo... estoy algo emocionada...
Logré salvar tu alma
La maga se reservó ese pensamiento mientras sonreía con ternura a su amado. Sabía que a partir de este punto el futuro era incierto pero no le importaba. Ella era más poderosa y confiaba que junto a su príncipe, podrían superar con éxito todos los futuros obstáculos.
Pero Arthas solo le dió en respuesta una sonrisa complicada mientras miraba a su derecha la casa que tenía su techo aplastado. Actualmente los picos de hielo todavía se mantenían intactos emitiendo un aura gélida en forma de neblina blanca que cubría unos pocos metros a la redonda.
La sonrisa de Jaina se borró al percatarse de lo que estaba pensando.
-No, no ha terminado. El perpetrador de la plaga logró escapar. Mal'Ganis está esperándome en Rasganorte y me aseguraré de que mi martillo sea lo último que vea —las palabras que la maga más temía fueron pronunciadas con ira.
-Arthas —la maga colocó su mano sobre la mejilla del príncipe el cual sintió como su ira era aplacada por el cálido toque— ¿Recuerdas esa promesa que me hiciste hace tiempo atrás?
Un grupo de arrugas horizontales aparecieron el la frente del principe mientras miraba a la maga. Claramente recordaba la promesa que le había echo, pero no entendía el porque la sacaba a relucir justo en este momento.
![](https://img.wattpad.com/cover/340541292-288-k856506.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Arthas: Redención
FanfictionCuando una plaga de no-muertos amenazó todo cuanto amaba, Arthas se embarcó en una misión de trágicas consecuencias en busca de una hoja runica lo bastante poderosa como para salvar su patria. Sin embargo, poseer esa espada que tanto ansiaba conllev...