-¡Resistan!
El grito de guerra de un guerrero de la alianza reverberó por sobre el ruido de las espadas chocando.
Mientras los elfos escapaban de la barrera a través de la grieta que había abierto el rey Anasterian pagando con su vida, la Alianza había formado un frente para detener a los Kore'Dorei. No sabían de donde había salido este poderoso enemigo pero estas criaturas que comandaban la muerte ya no eran algo que pertenecía al dominio de la luz, era su sagrado deber enfrentarlos.
En especial los paladines cargaban a la cabeza del ejército haciendo lo posible para luchar contra esas cosas en las que se habían transformado los elfos. Debían de ganar tiempo para que los supervivientes salieran del campo de batalla, era irreal pensar que los derrotarían aquí y ahora. Así que la estrategia que usaban era simplemente bloquear todo lo posible al enemigo mientras la gran grieta en la barrera se cerraba poco a poco. Pero no era tan fácil de hacer como parecía.
Una incontable horda de muertos marchaba contra las fuerzas de la Alianza llenando el campo de batalla con su asqueroso olor. Las abominaciones cargaban con locura moviendo sus grandes y pútridos cuerpos quimericos mientras balanceaban grandes cuchillas desgarrando soldado gras soldado antes de ser derribado por la poderosa magia de los magi elfos. En el cielo los magníficos escuadrones elitistas de jinetes grifo volaban a gran velocidad enfrentando las unidades aéreas del enemigo que consistía en una rara amalgama de criaturas hasta ahora poco conocidas. El caos reinaba con lluvias de proyectiles surcando el cielo y la magia siendo desplegada sin vacilar por ambos bandos trayendo nada más que muerte y destrucción.
Pero la peor batalla se estaba por desarrollar en el interior de la barrera donde el principe Kael'thas se había incorporado una vez más y caminaba directamente hacia donde se desarrollaba el conflicto. Con su mano libre se sacudió un poco de polvo que había manchado su capa y levantó esos desinteresados ojos azules para mirar la figura que bloqueaba su camino.
Una sonrisa orgullosa curvó sus labios mientras levantaba Agonía de Escarcha con su mano derecha para apuntar a ese que antes le había derribado.
-Quiero saber el nombre que debo de tallar en tu tumba.
Las arrogantes palabras dichas por el heraldo de la muerte no parecieron perturbar al mago que estaba parado entre en grupo de árboles cercano. Su cuerpo cubierto por esas gruesas ropas desgastadas le daban un aura de misterio que ciertamente no era ignorada por el príncipe elfo. Aunque por fuera parecía actuar irritantemente orgulloso, en su interior estaba analizando de forma cautelosa a su enemigo. Su mente fría como el hielo le permitía analizar la situación sin dejarse llevar por inútiles sentimientos.
El mago no se hizo esperar e invocó con un movimiento de su mano un grueso baculo de madera oscura que blandió con maestría enviando una ola de fuego contra el caballero de la muerte.
Kael'thas al ver eso dejó escapar un bufido a la vez que blandida su espada de forma horizontal en un rápido corte ascendente que desató una ventisca de hielo. El poder de la ventisca chocó contra la ola de fiego cortandola en dos casi sin resistencia, en ese primer choque ya era clara la diferencia que había entre ambos. El misterioso mago era más débil que el príncipe elfo o al menos eso era lo que aparentaba.
Kael sin dudar un segundo más cargó hacia delante mientras cargaba un proyectil arcano en su mano izquierda. Su mirada fija en los movimientos del mago enemigo pues todavía no se le olvidaba como le había derribado antes en el cielo.
¡Bang!
El báculo de madera oscura en manos del mago golpeó con su punta inferior el fragil suelo de esta tierra muerta desencadenando un temblor de tierra que detuvo el avance de Kael de forma repentina. Gruesos picos de hielo como afiladas lanzas surgieron de la tierra disparándose hacía el príncipe el cual blandió su espada destrozando algunos picos mientras que con su mano izquierda desencadenaba los proyectiles arcanos para intentar abrir una brecha en el muro de hielo.
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Arthas: Redención
Hayran KurguCuando una plaga de no-muertos amenazó todo cuanto amaba, Arthas se embarcó en una misión de trágicas consecuencias en busca de una hoja runica lo bastante poderosa como para salvar su patria. Sin embargo, poseer esa espada que tanto ansiaba conllev...