Kael'thas caminaba con expresión sombría por los jardines del palacio de Quel'Talas. Hermosos árboles frutales y flores que no podrían ser encontradas en ningún otro lugar de los reinos del este crecían en este lugar. Incluso se podían ver muchas especies que hace mucho se creían extintas en Azeroth floreciendo y adornando con su belleza estos jardines.
Una acción que solía relajarle ahora no podía calmar ni un poco la inquietud que afligía su corazón. Mientras acariciaba una bella flor azul que parecía estar echa de cristal, el recuerdo de unos hermosos ojos azules como el hielo mirándolo con pena asaltó su mente, solo incrementaron su frustración. Al pensar en que Jaina se iba a casar con Arthas una vez acabada la guerra, se sentía impotente, la iba a perder para siempre si esa boda se daba.
Lo peor era que no podía hacer nada para detenerlo. Era un principe de Quel'Talas, no se rebajaría a ello solo para ser rechazado por la maga.
-¿...? -Kael se quedó mirando la flor que hace unos instantes tenía en su mano.
Un suspiro cansado escapó de sus labios mientras abría el puño que inconsciente se había formado mientras estaba perdido en sus pensamientos. La flor que había sido reducida a cenizas fue arrastrada por una suave brisa de viento hasta perderse en la inmensidad de los jardines bajo la atenta mirada del principe elfo. Las fuerzas de Quel'Talas se estaban reuniendo y mañana mismo saldrían hacia Lordaeron, debía abandonar sus ideas de recuperar a Jaina y concentrarse en la misión que se le había asignado.
Pero en el mismo instante en que pensó eso una criatura antigua parecida sonreir con placer. En el trono de hielo el Rey Lich podía sentir claramente la aflicción que dolía en el corazón de Kael'thas. El momento que había estado esperando finalmente había llegado. Era hora de finalizar la primera fase de su plan.
Los ojos de Kael'thas brillaron de forma inadvertida con un resplandor azul mientras su ira —alimentada por los celos— repentinamente volvía a alzarse con aún más intensidad que antes. Ideas que nunca antes se abría siquiera atrevido a formular empezaron a surgir en su mente. Imágenes del feliz futuro que Arthas y Jaina vivirían le torturaban mientras caía de rodillas en el suelo con lágrimas cayendo por sus mejillas.
Apretando los dientes con fuerza conjuro una bola de fuego y la arrojó contra uno de los árboles del jardín que tanto amaba reduciendolo a cenizas de un golpe. Quería desahogar su ira de alguna forma pero tenía el suficiente autocontrol como para no destrozar el jardín. No quería que lo atraparan en una escena tan vergonzosa.
Lo peor de la situación es que se había imaginado por un momento que ese árbol era el principe Arthas. Aunque sus rencores eran profundos, no llegaban al nivel en que quisiera matarlo, después de todo era un principe y debía velar por la seguridad de su reino. No le tenía miedo a los humanos, pero provocar su ira ciertamente tendría consecuencias terribles.
En la oscuridad del jardín, bajo la sombra de un gran árbol una figura sombría observaba con una enigmática sonrisa al principe elfo. Sus ojos parecían dos flamas verdes como antorchas pero aparentemente Kael no era capaz de verlas. Aún así era imposible que el principe elfo, un poderoso mago, no supiera que había alguien más en ese lugar junto a él.
Temía que su ataque de ira fuera revelado a su gente y su reputación fuera sumergida mucho más en ese repugnante fango que era la humillación.
-¡¿Quién está ahí?! —preguntó con ira volviéndose para a mirar hacia el gran árbol en el centro del jardín.
Tres orbes de fuego habían aparecido orbitando a su alrededor haciéndole parecer un dios del fuego. Sus ojos habían perdido ese color apagado que había sido causado por su depresión y en cambio volvían a arder con el orgullo característico de él. Pero a pesar de lo rápido que había volteado, no pudo ver esa sombra maligna y en cambio vió a un viejo elfo que reconoció como uno de los magos ancianos del palacio. Un hombre sabio que le había ayudado mucho en el pasado enseñándole los misterios de la magia.
![](https://img.wattpad.com/cover/340541292-288-k856506.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Arthas: Redención
FanfictionCuando una plaga de no-muertos amenazó todo cuanto amaba, Arthas se embarcó en una misión de trágicas consecuencias en busca de una hoja runica lo bastante poderosa como para salvar su patria. Sin embargo, poseer esa espada que tanto ansiaba conllev...