𝐃𝐎𝐒 | Un héroe

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—— 𝚁𝚊𝚟𝚎𝚗 ——

Dos años después...

—¡Bienvenidas a casa! —Ni bien Soo-ri abre la puerta, Jungkook nos recibe con una peculiar decoración en la sala—. Cuéntenme, ¿cómo les fue en sus vacaciones con su papá?

—Estuvo divertido. Hicimos turismo en Hawái —le contesta mi hermana—. También nadamos con delfines, y a Raven casi le pica un insecto venenoso. No le digas a mamá.

Jungkook pasa a saludarme con preocupación. Ambos nos abrazamos antes de que me ayude a entrar mis maletas.

—¿Todo bien?

—Sí. Había sido una araña —digo vais sin importancia—. Se me había colgado en el hombro y no me había dado cuenta. Fue el guía quien me ayudó.

—Por suerte no pasó a mayores, porque sino su madre se habría puesto muy inquieta —mi hermana y yo asentimos a la vez.

Soo-ri emite un sonido como para decir que eso que dijo Jungkook había sido poco creíble.

—¿Y mi mamá, Jungkook? —le pregunto antes de que el mencionado sienta curiosidad por saber lo que piensa mi hermana.

—Está en una reunión de trabajo. Me dijo que se iba a desocupar a eso de las seis de la tarde.

Chai ingresa a la sala cuando escucha nuestras voces. Nos saluda con emoción a ambas antes de ofrecernos algo de tomar mientras que seguíamos nuestra conversación con Jungkook. Al final nos trae unas copas de vino para cada uno y aprovecha en sentarse con nosotros para escuchar lo que tenemos que decir de nuestras vacaciones.

Había sido todo un mes estando lejos de casa, pero disfrutando del sol de algunas islas de Hawái. Como Año Nuevo lo pasamos con mamá y Jungkook en Nueva York, papá también quiso llevarnos de vacaciones el último mes del verano; o al menos para mí, porque Soo-ri aún tiene tres semanas de vacaciones antes de ingresar a la universidad otra vez.

Realmente fueron unas lindas vacaciones en compañía de mi hermana y de papá. Los tres pudimos volver a ponernos al día con las cosas que pasaban en nuestras vidas, ya que dos días a la semana no eran suficientes para nosotros.

No obstante, muy a pesar de que me haya gustado viajar con mi familia, mi corazón realmente extrañó escuchar la voz de Jungkook cuando pronunciaba mi nombres o cuando me tocaba. Yo me he vuelto su consentida en esta casa desde que mi timidez hacia él fue desapareciendo con los años de convivencia. De cierto modo he cumplido lo que me pidió el día que se casó con mi mamá: nos hemos tratado como amigos y es fantástico.

He conocido muchas cosas de Jungkook en este tiempo. Por ejemplo, sé que es muy perfeccionista en su trabajo, todo lo quiere hacer bien y por eso es que siempre le pone mucha dedicación. No por nada es el gerente del área de marketing digital en la empresa de mi mamá. Otra cosa que supe de él fue que se ejercita mucho y mantiene una vida saludable, la cual hemos empezado a compartir cuando un día me invitó a correr con él. Claramente salió mal cuando a la tercera vuelta mis piernas empezaron a temblar. Y por último, lo que terminó por gustarme de él fue el hecho de que es muy atento y cariñoso con todas nosotras, no le hace mucha molestia en ayudarnos a Soo-ri y a mí si se lo pedimos; a parte de que es muy detallista con las dos en casi todo momento. A veces hasta nos trae pequeños regalos a mi hermana y a mí cuando llega de trabajar.

Ahora comprendo por qué mi mamá se enamoró de él.

—Cierto, te traje un regalo —digo cuando Soo-ri le contó la última anécdota a Jungkook—. Lo traje aquí en mi bolso porque quería dártelo ni bien te viera.

Love me, Daddy » 𝐉𝐉𝐊 | +𝟏𝟖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora