Love me, Daddy » 𝐉𝐉𝐊 | +𝟏𝟖

𝐃𝐈𝐄𝐂𝐈𝐍𝐔𝐄𝐕𝐄 | Presentimientos

—— 𝚁𝚊𝚟𝚎𝚗 ——

—Salgamos hoy en la noche —me susurra Yeonjun ni bien termina la segunda hora de clases.

—¿Adónde? —pregunto sonriendo.

Yeonjun me había llenado de engreimientos ni bien nos vimos en la escuela. Cuando entré al salón, él me había puesto un pequeño ramo de flores de tulipanes con una caja de chocolates y una nota en la que me deseaba un buen día.

Y ahora me está pidiendo una cita esta noche. Alguien debería de aprender de él.

—La mayoría de los chicos de la escuela van a ir a Cloud 9, la pista de patinaje de Itaewon —responde—. Podríamos ir a comer algo primero y luego ir a patinar un rato. ¿Qué te parece?

—Pero sabes que yo no sé patinar sobre hielo...

—No te preocupes por eso, cariño —Yeonjun apoya su mentón sobre la palma de su mano izquierda y me guiña un ojo—. Si caes, yo te recogeré todas las veces. Te voy a cuidar.

Seguidamente de sus palabras, el pelinegro se acerca a mí para besarme justo a tiempo antes de que venga nuestra otra maestra y nos atrape. No sé porqué en los colegios está prohibido darse besos, no es como si fuéramos a procrear hijos en ese instante.

En fin, siguiendo con mis clases, la maestra de química nos hace una evaluación sorpresa para saber qué tantos conocimientos tenemos en la cabeza días antes de su examen final. Todos encendemos nuestras tablets e ingresamos a la página de la escuela para realizar el examen.

Cuando abrimos el cuestionario, la profesora pone en la pizarra el tiempo que tenemos para la evaluación. Una hora para responder diez preguntas.

No es por presumir una vez más de mis responsabilidades, pero... A quién engaño, sí es por presumir: el examen se me hace tan sencillo que respondo todas las preguntas en la mitad del tiempo asignado. Algunas eran de marcar conceptos teóricos, otras eran de marcar respuesta según el resultado del ejercicio y solo dos eran de resolver colocando el procedimiento.

Como ven, todo muy fácil.

Reviso una vez más mis respuestas para estar segura antes de enviar mi examen. Después, alzo mi mano para que la profesora se acerque a mi sitio y verifique que ya terminé. Ella asiente y me deja salirme del salón.

Cinco minutos después, Yeonjun sale a mi encuentro. Hace un gesto mirando hacia el techo antes de sonreír ampliamente. Bueno, a él también le ha ido bien en el examen.

—¡Se aprueba en el final! —dice con emoción. Yeonjun pone sus manos en mi cintura y se acerca para darme un casto beso.

—Estuvo sencillo.

Yeonjun y yo dejamos el tema del examen a un lado para ir a pasear por los pasillos de la escuela antes de que tocara la siguiente clase. El pelinegro me acompañó a comprarme un jugo de caja y unas galletas en las máquinas expendedoras de la cafetería; después volvimos a estar cerca de nuestro salón. Ahí vimos que ya unos cuantos también habían terminado.

De pronto, Yeonjun retomó el asunto de nuestra cita para acordar horas. Él se comprometió a pasar por mí a eso de las siete de la noche. Después, el pelinegro se puso más cariñoso que de costumbre y empezó a abrazarme, darme besos y susurrarme cosas al oído.

En eso, pasa la porrista que quería estar con Yeonjun con un gesto de desagrado.

—Estúpida —masculló ella con la intención de que la escucha. Después, siguió su camino.

A diferencia de Yeonjun, me mantenga relajada e indiferente con lo que esa chica me ha dicho. Sin embargo, mi mejor amigo no lo ha tomado de la misma manera y se la ha quedado mirando con seriedad y enojo.