Love me, Daddy » 𝐉𝐉𝐊 | +𝟏𝟖

𝐎𝐂𝐇𝐎 | Es complicado

—— 𝚁𝚊𝚟𝚎𝚗 ——

Yeonjun no me entendió nada lo que le dije ayer en la noche por teléfono, así que aproveché el recreo para caminar los dos juntos por las pasillos de la preparatoria y hablar.

—Cada día siento que mi mamá está más apegada a Jungkook —le digo manteniendo mi gesto serio y molesto. El pelinegro iba detrás de mí con las manos en los bolsillos de su pantalón—. A cada segundo está colgada a su cuello.

—¿Pero no es algo normal? —Replica el otro—. Quiero decir, es su esposo, ¿no?

—Mi papá también fue su esposo y con él no siempre andaba así.

—Tranquila, Raven —Yeonjun me detiene y pose sus manos sobre mí hombro—. ¿Sabes? Yo creo que estás celosa.

—¿Y de qué? —me hago la desentendida y miro hacia otro lado.

—Pues de que tu madre tenga pareja y tú no.

Me quedo mirando a Yeonjun sin expresión alguna para ver si es realmente inteligente y note que lo que me ha dicho no tiene ningún sentido.

—Has estado muy sola, Raven; y sabes que tienes a muchos chicos detrás de ti —Yeonjun y yo continuámos caminando. Él pone un de sus brazos alrededor de mi hombro para abrazarme—. Y estoy seguro de que también le gustas a algunos profesores, como el de inglés.

Y hablando de ese mismo maestro, el señor Swift pasa a un lado de nosotros. Ambos lo saludamos y él hace lo mismo antes de seguir con su camino.

—¿De dónde sacas eso?

—Raven, literalmente el señor Swift está más al pendiente de ti que de los demás —replica Yeonjun—. O me dirás que no te has dado cuenta que tú eres su alumna favorita y cada vez que puede te exonera de los exámenes.

—Pero es porque tengo un buen inglés. —Digo con obviamente—. ¿Ya te olvidaste que soy británica? Mi lengua natal es el inglés...

Yeonjun tuerce sus ojos, esbozando una sonrisa de lado, y seguimos caminando juntos hasta la cafetería exterior de la escuela. Ahí nos sentamos en una mesa redonda pequeña con sillas altas. Cruzamos miradas, dijimos cero palabras hasta que él vuelve a sonreír.

—Te mueres de celos... Por eso estás tan enojada.

—Tal vez —al fin confieso. Yeonjun no se espera esa respuesta y parpadea varias veces—. Bueno sí, sí estoy celosa.

—¡Lo sabía! —Yeonjun me señala. Se emociona tanto por nada—. ¿Qué se siente darme la razón?

—Baja la voz, ¿quieres? —Cierro mis ojos y apoyo mi cabeza en mi mano derecha—. Te lo contaré, pero no quiero comentarios tuyos. Me gusta alguien, es demasiado lindo conmigo... Pero me aterra estar con él.

—¿Por qué?

—Es mayor que yo.

—¿Qué tan mayor? —Ahora Yeonjun entrecierra sus ojos—. ¿Es el profesor Swift?

—¡Deja al maestro Swift en paz, joder! —espeto, golpeando la mesa—. No te diré qué tan mayor.

—¿Y cómo es?

—Más alto que yo... Pelo negro, fornido —comienzo a describir a Jungkook aún con los ojos cerrados. En mi mente iban pasando varias imágenes de él—. Linda voz, simpático, caballero, de piel blanca... Pero no tan blanca... Simplemente es guapo. Todos los días nos relacionamos... Y eso es lo que me jode más.

—¿Por? —Yeonjun alarga la vocal.

—Porque no sé si él pueda corresponderme algún día.

Al fin abro los ojos y lo primero que veo es a mi mejor amigo con una sonrisa cariñosa. Otra vez ladea la cabeza antes de agarrar mis manos y envolverlas en las suyas.