Love me, Daddy » 𝐉𝐉𝐊 | +𝟏𝟖

𝐃𝐎𝐂𝐄 | Los problemas inician

—— 𝙹𝚞𝚗𝚐𝚔𝚘𝚘𝚔 ——

Esto me estaba matando. Juro por Dios que nunca me he sentido tan desesperado como ahora.

¿Y cuál es mi problema? Pues Raven.

Desde que la descubrí tocándose en su habitación mientras que gemía mi nombre, la rubia no ha hecho nada más que volverme loco con sus coqueteos. Incluso frente a su madre y hermana los hace, solo que estas o no lo ven o lo dejan pasar como un chiste de la menor. La cantidad de veces que me he quedado a solas con Raven para que ella solo se acerque a mí y empiece a preguntarme cosas con doble sentido, excusándose que solo quiere saber cómo conquistar bien a su mejor amigo, me está volviendo loco y me empuja hacia una cuerda floja en la que temo caer.

Y Yeonjun es otra parte de mi problema. No sé a qué es lo que está jugando Raven, ya que en las veces que ido a recogerla a la escuela está acompañada de él, pero una vez que la rubia pisa el interior de mi auto, su atención y todo su encanto se dirige solo a mí.

Y ni hablar de las veces en las que he soñado con esa imagen de Raven tocándose. A veces ocurría en las madrugadas y me tocaba despertar a Miyeon para follar un rato, o sino otras veces me ha pasado aquí en la oficina —muy pocas— y Songyi tenía que venir a mi rescate desde ese mismo día en el que follamos. No obstante, sé que ella se lo está tomando como una oportunidad para estar conmigo, como si yo hubiese abierto los ojos y finalmente me he dado cuenta de que ella vale pena. Tonterías.

Justo ahora acabo de terminar de follar con Songyi. Raven otra vez apareció en mi mente justo antes de salir a por ella para recogerla de la escuela.

Songyi se abrocha su sujetados antes de colocarse su falda negra. Ella sonríe cuando me estoy colocando la camisa, sus ojos van a hacia mi desnudo pecho.

—Me gustó mucho —dice feliz—. ¿Tú te la pasaste bien?

—Sí —respondo cortante, sin darle importancia—. Ahora me tengo que ir a recoger a Raven.

Songyi hace un sonido como si se hubiese querido reír, pero no le salió. Regreso a mirarla y ella ya estaba colocándose su blusa crema.

—¿Hay algún problema, Songyi?

Ella alza su cabeza y me mira con seriedad. Espero a que termine de vestirse y arreglarse su cabello para que me responda.

—Songyi, te he hecho una pregunta. Contéstala —insisto.

—Según yo tengo entendido, esa niña tiene a su papá que la puede recoger de la escuela. No entiendo porqué tienes que ir tú —Songyi vuelve a caminar hacia mí y cuelga sus brazos sobre mis hombros—. Puedes quedarte conmigo y seguir con lo nuestro... Le puedes decir a tu esposa que tienes mucho trabajo por hacer y que lo mejor es llamar a su exesposo para que vaya a por la mocosa.

Songyi junta sus labios con los míos para besar, ella intenta ponerse entre los míos y los empuja. No obstante, yo no hago ningún movimiento y se lo dificulto a ella para que vea que no la quiero besar en estos momentos.

Finalmente ella se separa y me mira con su rostro de confusión.

—Jungkook —una de sus manos pasan por mi cabello.

—A ver si te enteras —sujeto los brazos de Songyi y los aparto de mí—. Nuestra única relación aquí es jefe-secretaria. Follamos, sí; pero hasta ahí. No tienes porqué meterte en asuntos de mi matrimonio y tampoco tienes que llamar mocosa a la hija de mi esposa. Reconoce cuál es tu lugar, Songyi, o te puedes olvidar de que volveremos a follar.

—Está bien —contesta seria. Me mira una última vez de pies a cabeza antes de salirse de mi oficina—. Adiós, señor Jeon.

Una vez que ella cierra la puerta puedo soltar un suspiro. Apoyo mis manos en el escritorio y pienso en lo que acaba de pasar. Se supone que no debería de haberlo hecho de nuevo, pero pensar en Raven me tiene tan mal.