𝐓𝐑𝐄𝐈𝐍𝐓𝐀 𝐘 𝐎𝐂𝐇𝐎 | Todo se descubre

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—— 𝚁𝚊𝚟𝚎𝚗 ——

Todos los que estábamos en la habitación de mi madre quedamos en un estado de shock mirando fijamente a una sola persona. La misma que ahora tengo arrodillada ante mí mirando la herida que tengo en el pie.

Jungkook alza lentamente su cara hacia mí mientras que yo estoy intentando no seguir llorando por la traición y el dolor que siento por esta cortadura. En sus ojos puedo ver la vergüenza que siente y la desesperación por querer explicarme algo que para mí está más que claro.

Sin querer escuchar algo, me voy como puedo hasta mi cuarto y encerrarme en este con seguro. No lo podía creer... ¡Es que no podía ser verdad! Pero yo también conocía a Songyi y sé que ella era capaz de hacer lo mismo que yo para tener a Jungkook entre sus redes. Lo que me duele aquí es que él haya sido un imbécil y haya caído tan fácilmente.

Pocos minutos después, alguien toca a mi puerta. Al escuchar la voz de mi hermana detrás de esta, abro y dejo que pase. Ella trae en sus manos un botiquín para curarme mi herida. Cierro otra vez la puerta y me siento en mi cama para que Soo-ri inicie con lo suyo.

Ambas permanecemos en silencio para escuchar de lo que están hablando Miyeon y Jungkook afuera. Mi mamá estaba gritándole y exigiéndole una explicación del porqué tuvo que engañarla con su secretaria... Si tan solo ella supiera que Songyi no fue la única amante que Jungkook tuvo.

—¿Por qué mi mamá quiso engañar a Jungkook con el embarazo? —le pregunto a Soo-ri, resoplando.

—Porque esa perra está loca. —Soo-ri responde con desdén mientras que va quitándome el vidrio que se me incrustó—. Pero Jungkook también es un hijo de puta.

—Tienes razón —digo entredientes.

Unos minutos más tarde, Soo-ri interrumpe a mi mamá de su discurso con Jungkook para que me lleven a un centro médico y puedan coserme la herida.

Jungkook, aunque quiso acompañarnos, se quedó en casa para seguir guardando sus cosas e irse de la casa.

***

El fin de semana llegó y con ello el día de mi graduación. Soo-ri me levantó muy temprano ese día para comenzar a prepararme para mí ceremonia.

A eso de las diez de la mañana, papá, Miyeon, Soo-ri y yo ya estábamos en camino a mi escuela para la ceremonia. Los más emocionados de este día eran mi hermana y Seokjin; Miyeon no tanto, a cada rato me observaba como si estuviera tratando de analizarme.

El maestro de inglés, el señor Swift, comenzó a repartir las togas y virretes a cada uno de nosotros para que nos la colocaramos sobre nuestra ropa. Algunas chicas aprovecharon para tomarse fotos o grabar videos para sus redes. Mientras tanto, yo me encontraba en el fondo de mi salón mensajeándome con Jungkook.

Apesar de todo, mantuve mi invitación a mi graduación con él. Aunque este no estaba muy seguro.

—Miss Kim —alzo la mirada hacia la persona que ha hablado y veo al señor Swift—. He escuchado que ha entrado a la Universidad Nacional de Seúl y a la Universidad de Oxford. Felicidades.

—Sí, gracias —contesto un poco tímida. Ese era otro asunto que aún no solucionaba.

—¿Y a cuál irá? —me pregunta.

—No lo tengo decidido todavía. Pero creo que me atrae más la Universidad de Oxford.

Mi maestro de inglés me felicita una vez más y se va a seguir entregando la vestimenta a los otros alumnos.

A las diez y media de la mañana, el director de la escuela nos fue indicando de que ya era otra de ubicarnos en el auditorio para la ceremonia, la cual duró una hora y media. Al finalizar, algunos estudiantes se tomaron las últimas fotos con los maestros y otros se dirigían al público para buscar a sus padres como lo estaba haciendo yo.

Love me, Daddy » 𝐉𝐉𝐊 | +𝟏𝟖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora