NO ME DEJES

Capítulo 10

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Nos vemos mañana. Gracias por su apoyo. No olviden regalarme una estrellita y comentar. Linda noche, saludos cordiales desde: 🇲🇽

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Carolina

Tres errores he cometido en menos de cinco minutos, sabía que era un error, pero quise negarme a la realidad.

Mi primer error fue aceptar que Michael me acompañara a buscar a Diana.

Mi segundo error fue permitir que anduviéramos en su motocicleta.

Voy detrás de mi novio aferrado a su cintura, la ventaja de que Michael sea delgado es que su ropa me queda, aunque el largo es otra cosa. No me quejo, al menos cubrió toda mi desnudez.

Cuando buscaba la playera, jale en el proceso unas bragas de un horrible color naranja neón, sin duda alguna esas cosas no me pertenecen. Pero estaba tan absorta por llegar a mi destino, que simplemente decidí dejarlo ir.

Por ahora

Cierto.

Mientras avanzamos en el trayecto, me cuestiono ¿Cómo es que no vi esas bragas?, se supone que busqué por todo el lugar, aun así, no las vi. Realmente estoy enojada, pero necesito ir por mi amiga, ya habrá un momento en el que pueda golpearlo de ser necesario.

Estamos entrando a un barrio de Manhattan, que tiene mala reputación. Solo espero encontrarla pronto, sé que Diana vive cerca de aquí, pero de manera exacta no lo sé, ha regresado hace poco y no hemos podido vernos tanto como me gustaría.

Visualizo a la distancia a una chica y sin duda ese cuerpo lo reconocería donde fuese.

Michael detiene la motocicleta, mi amiga levanta la vista al escuchar el ronroneo y... ahí está, mi tercer error presente en la mirada de mi mejor amiga, con claro disgusto plantado en su rostro.

Me acerco a ella mientras dice un sinfín de groserías en español, está hablando demasiado rápido, que no le puedo seguir el paso.

—Tiempo, tiempo, Diana, más despacio, no entiendo nada.

Murmura un, "me vale una mierda que no entiendas, trajiste al chango ese". Esto sí, lo dijo despacio para que no perdiera ningún detalle del insulto. Debería de estar halagada —pienso con ironía—

¿Ya te dije que la amo?

Está furiosa, me doy cuenta, así que solo me limito a preguntarle lo que fue lo que paso.

—Mi auto me dejo botado y el asegurador de mierda no piensa venir a estas horas, llevo peleándome con ellos por teléfono desde hace una hora. —espeta con molestia y cansancio.

—Si has estado una hora aquí, ¿por qué no me hablaste antes?

La oigo murmurar, ¿y todo para qué?, andas con el idiota. Dios mío, ayúdame.

—Creí poder resolverlo. —suspira cuando responde a mi pregunta original. —Por eso te llamé, para pedirte que me lleves a The Ónix. Pero no se podrá.

¿Cómo que no se podrá?, claro que sí, si puedo llevarla. Qué mujer.

—No hay problema bebé. Puedo llevarte, no seas negativa. ¿Qué pasará con tu auto?

—Lo dejaré aquí, la migraña me está matando, así que mañana será otro día —comenta. —Entonces... ¿Podrán llevarme?

¿Podrán?