Capítulo 28

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Carolina

Me encontraba boca abajo recostada en el colchón, no tenía ni diez minutos de haber cerrado mis ojos por el cansancio y el dolor punzante en mi trasero, cuando una voz que reconocería en cualquier lugar se adentró a la habitación gritando mi nombre intensidad.

Te van a matar.

Pero ¿Qué hice?

Doy un brinco de la cama amarrando la bata de baño que traía puesta y salgo al recibidor, cuando nuestras miradas chocan, parce que quiere asesinarme.

¿Qué paso?

—Tú —Me señala con el dedo índice.

—¿Qué? ¿Yo qué? —Estoy confundida.

—Me explicas ¿por qué estoy casada con el imbécil de su primo? —Señala a mi prometido. ¡Oh por dios! Conan está desnudo, lo único que cubre su parte íntima es una toalla alrededor de la cintura. —Sin ofender —Explica Diana mirando a Conan y luego posando los ojos en mí.

—¿De qué mierda hablas? —La verdad no recuerdo nada de anoche.

—Amanecí en un hotel horrible, con paredes llenas de moho —hace una mueca de desagrado y sacude su cuerpo. —a lado del estúpido de su primo —lo último lo dice en español

—Él —señalo a Conan —Habla español. —mi amiga frunce el ceño y vuelve a mirar a mi prometido.

—Lo siento.

—Tranquila, lo es.

Mi futuro esposo se encoge de hombres restándole importancia a las acusaciones de mi mejor amiga.

—Divórciame ¡Ya! —Exige y pongo los ojos en blanco.

Qué dramática.

—Primero, cálmate. Segundo, no recuerdo nada de ayer, además... —La señalo con el dedo. —¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabías que estaba aquí? Y no ves que mi prometido está en... paños menores —lo último sale en susurro y no sé por qué.

Diana gira su rostro para ver a Conan, lo escanea de cabeza a pies y luego coloca los ojos en blanco.

—Como sea... —Me ignora y vuelve a posar su vista a mí. —Necesito que me divorcies. Y te aviso que me iré a casa hoy, no pienso cometer otra locura. Suficiente, tengo despertarme casada, que claro no estaba en mis ¡malditos planes! —Lo último lo dice con frustración.

Si lo decía así... ya no parecía tan exagerado. ¿Qué tanto sucedió anoche?

—Diana, respira. Claro que te ayudaré a divorciarte, no te preocupes. —aunque no creo que Callum quiera este matrimonio tampoco.

—Pues más te vale. —espeta. —Fue por ti que paso esto y bueno... por él —Señala a Conan —Oye amigo, ya vístete, ¿quieres?

—¿Qué? ¿No te gusta lo que ves? —Se me desencaja la mandíbula, no le pregunto eso, ¿cierto?

—La verdad... no. Vístete. —suelta tajante.

—Deberías ayudarme a darle celos a tu amiga, no humillarme. —Le responde Conan con una sonrisa.

—La verdad es que me gusta más ella que tú. —No puedo evitar reírme cuando Conan suelta un gruñido y se mete a la alcoba.

—¿Y Zuri? —Pregunto.

—Viene un momento. A todo esto, ¿Por qué estás aquí? —Me pregunta inquisitiva.

Las mejillas se me tiñen de rojo y mi mejor amiga se ríe. Has caído, me habla en español.

NO ME DEJESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora