Carolina
Que Conan me besara me cayó como una gran sorpresa, pero lo más sorprendente de todo es que ese beso fue... ¡Maldita sea! Como si todos los besos anteriores no contarán —una porquería—, era un beso tan arrasador, tan potente, tan intimidante, tan inmerso en un sin fin de emociones y sensaciones.
Que me parta un rayo si digo que no lo disfruté. Los besos que he dado en vida, que son de escasas cuatro personas y una de ellas es mi exnovio, se fueron a la basura en un abrir y cerrar de ojos.
Deseo puro, eso es lo que sentí. No obstante, no lo puedo volver a permitir, tengo que mantener la distancia y mi cordura porque es obvio que con él la pierdo rápido.
━━━━━━ ❁ ━━━━━━
Escribo las siglas "S.O.S." a mis mejores amigas. Llevo un mes viviendo con Conan y siento que me pierdo cada día más.
Mis sentimientos son tan confusos, no sé cómo pasé de llorarle a Michael una semana entera a no acordarme de él para nada. Me ha buscado en la oficina, a mi casa ni siquiera he regresado, pero sé que ha estado ahí porque me lo dijo.
—¿Por qué no regresas conmigo?
Pongo los ojos en blanco, de verdad que su cinismo es increíble.
—¿Todavía me lo preguntas? ¿De verdad Michael?
—Sé que me equivoqué mi amor, pero... —Le brindo una cachetada.
—Jamás me digas mi amor de nuevo. —Siseo con rabia. —Me fuiste infiel, jamás te lo voy a perdonar, sigue adelante y no me busques.
—Me lo merezco, pero sé que me amas, yo lo hago y el error que cometí jamás lo repetiría —Su mirada arrepentida me tambalea. —Necesito recuperarte, no vivo sin ti, mírame Caro, mírame bien amor, esto no es lo que soy, sin ti estoy perdido —Lo veo derramar una lágrima.
Jamás lo había visto tan dolido. Se le nota en el semblante, por un momento su honestidad atraviesa mi corazón, no sé qué pensar, qué creer y mucho menos que sentir. Le pido que me dé tiempo. Me dice que me lo dará, pero que lo deje localizarme con llamadas y mensajes, mi casa parece vacía porque nunca respondo cuando me busca ahí. Solo asiento yéndome del lugar.
Niego con mi cabeza para borrar ese recuerdo. Me encontraba sentada en nuestra banca favorita de Central Park en lo que mis amigas decidan aparecer, me tomaba un café negro disfrutando de la sensación que me otorga este.
—Hola perdida.
—Lo siento —Es lo primero que le digo a Diana cuando se sienta a mi lado.
—¿Sentirlo? ¿Por qué? Debes tener mucho trabajo, pero que te mudaras a no sé dónde y no sepa, me duele en mi corazón de pollito —me hace un puchero y no puedo evitar sonreír.
Estamos platicando de todo y de nada al mismo tiempo, cuando Diana detiene abruptamente la conversación fijando su vista al frente, la veo como poco a poco la sonrisa que tenía se le borra y el ceño se frunce, ¿qué rayos pasó? Sigo su mirada y sonrió cuando veo que Zuri se viene acercando a nosotras, Diana pega un salto comenzando a caminar dando zancadas. Yo qué me quedé paralizada en el banco, cuestionando qué había pasado, hasta que vi a diana danzar de un lado a otro negando con la cabeza.
Me levanté y corrí a ellas. Cuando llegué lo entendí todo. Zuri tiene un moretón en el ojo derecho, pero... ¿Qué mierda?
—¿Quién fue? —Ruge Diana. —Ni me salgas con la mierda de ahorita, eso es un golpe, no me mientas —Yo le tengo miedo a esta Diana.
ESTÁS LEYENDO
NO ME DEJES
RomanceUn matrimonio arreglado. Un crush de la infancia. Siete años de diferencia. De este acuerdo... ¿Que podría salir mal? ✨Este libro es un slow burn✨ ⚠️Prohibida la adaptación, plagio, modificación o uso indebido de está historia. Esta historia cuenta...