𝑹𝑶𝑩𝑰𝑵 𝑨𝑹𝑬𝑳𝑳𝑨𝑵𝑶 | You drive me crazy , girl 2

°who understands them?😵? T3

Robin era un buen esposo por así decirlo, el se encontraba preparando el desayuno, pero una que otra vez volteaba rápido para ver a los mellizos.

Cuando una voz femenina hizo que diera un pequeño salto del susto.

—¡Oh! ____, ¿Ya te sientes mejor?

—maso menos- dice frotando su cabeza con su mano.—hey, tengo que decirte algo.

—luego me dices, ven siéntate, ya está listo el desayuno.- responde Robin sonrientemente.

La pelirroja se alzó de hombros e hizo caso, se sentó en la silla justo al lado de los mellizos. Robin sirvió la comida y del almacén saco la papilla para los mellizos.

—listo- dice sentandose—ahora si ¿Que me querías decir?- pregunta el moreno.

—Ehh... Bueno, ¿Te acuerdas que haría una reunión de amigos de la infancia?

—aja.

—pues, Regina llamo y me dijo que la reunión sería hoy.

—¿Hoy?

La pelirroja asintio.

—Uhh...¿Irás?

—debo ir, es reencuentro de amistad.

—pero estará Tyler y ya ves.

—robin, eso paso ya hace unos años, ya me habrá superado.

—¿De verdad crees eso? Mmm lo dudo.

—bueno, solo te digo que iré.

—esta bien, has lo que quieras.

Robin bajo la cabeza y comió en silencio, ____ hizo la misma acción, quería hablarle pero por la expresión de Robin, se dió cuenta que no estaba feliz por la noticia.

(...)

Al cabo de un rato los dos acabaron de comer, ____ recogió la mesa mientras Robin se encarga de los mellizos.

Pronto acabaste de limpiar todo bien bonito, te sacaste las manos y te fuiste un rato a tu habitación a descansar.

—¡robin!- dijiste, pero no tuviste respuesta.

—¡Arellano!- volviste a llamar.

—¡ARELLANOOOO!?-

Al no recibir respuesta te asustaste un poco, así que rápidamente te levantaste de la cama y lo buscaste, la primera opción era la habitación de los mellizos, pero solo estaban los mellizos.

Bajaste las escaleras, y buscaste por toda la sala y nada, a este punto te asustaste un poco, pero recordaste que eso te paso con los mellizos, y al final estaban en el patio.

Rápidamente fuiste hacia allá y efectivamente, el señor Robin Arellano estaba bien echado tomando sol, sin playera.

—ay dios, casi se me sale el alma.- dijiste tratando de respirar.

—¿Que ocurre?

—te estaba llamando ¿No me escuchaste o que?

—oh, no lo hice.

—bueno ya que, ¿Que haces aquí?

—estoy tomando un poco de sol.

—robin.

—¿Si?

—¿Que te pasa?

—nada, ¿Por qué? ¿Me ves raro?