Mozzafiato. 「𝐭𝐨𝐦 𝐤𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 」

[ c u a t r o ] - Tentación.

꧁ M O N I Q U E ꧂

Partículas de hielo salen volando cuando mis patines raspan la pista después de intentar por sexta vez uno de los giros que mi mamá quiere implementar en la nueva coreografía. Ella está en una de las esquinas observándome con sus increíbles ojos grises y el ceño fruncido, eso significa que no está conforme con lo que ve.

—Intenta acercar más tus pies al centro de tu cuerpo, si lo haces en el tiempo correcto podrías agregar otro giro —indica mientras trato de regular mi respiración.

—¿H-hablas de hacer cuatro giros?

—¿Tienes algún problema con ello?

—Bueno, realmente lo tengo. No sé si puedo hacer cuatro giros en el aire y lograr caer correctamente —explico al mismo tiempo que froto mis manos para ganar un poco de calor—. Podría salir mal. Podría romperme algo.

—Podrías. Pero no vas a hacerlo —patina hasta acercarse a mí y toma mi pierna derecha con sus manos haciendo que vaya al punto de mi cuerpo que ella quiere—. Si practicas y te concentras, entonces no tendrás que romperte nada en el intento.

Pongo los ojos en blanco sin que se de cuenta —Si eso quieres.

—Intenta hacer los giros más rápido y luego prueba agregando otro. Yo te observaré de cerca.

Asiento y suelto un suspiro cansado. Cuando ella me suelta me dirijo hacia una de las esquinas de la pista y trato de quitar la tensión en mis hombros que se generó hace unos segundos. Puedo hacer cuatro malditos giros y se lo voy a demostrar. Patino con velocidad hacia el centro de la pista, cuando estoy lista doy un salto al aire y tomo impulso para darle lo que pidió. Después del tercer giro tengo que dejar caer mi pie hacia el suelo, pero ahora lo obligo a dar un giro más justo como ella me indico. Siento un ligero jalón en alguna parte de la pierna, pero lo ignoro y cuando he terminado el giro ahora sí deslizo mi pie en dirección a la pista.
Levanto el mentón hacia ella y escondo una sonrisa fingiendo que humedezco mis labios.

—¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! —giro la cabeza hacia la voz que resuena en toda la pista, encontrándome con una cabellera rubia y una sonrisa orgullosa—. ¡Aplaude, Tom!

—Eso hago —Tom le envía una mirada de reproche a Leni pero obedece y comienza a aplaudir solo un poco.

—¡Eso fue increíble, Monique!

Sonrío y los saludo con un gesto de mano entusiasmado, toda la emoción se va cuando siento que alguien se ha posicionado detrás de mi espalda y murmura solo para que yo lo sepa.

—Vado a prendere qualcosa. Sbarazzati di loro, non voglio vederli qui quando torno —ella dice «Iré a buscar algo. Deshazte de ellos, no quiero verlos aquí cuando regrese».

—Si, formatore —acepto sin replicar, porque de todos modos no serviría de nada. Leni sabe que no puede venir aquí. Me acompaña a cada competencia y me apoya de todas las formas que puede, pero la pista durante los entrenamientos está prohibida.

Mamá se aleja sin siquiera saludar, algo a lo que Leni ya está acostumbrada, pero Tom no, por esa misma razón se le queda mirando con extrañeza. Me acerco a ellos hasta las gradas y sonrío cuando veo que la nariz de Leni se encuentra roja. El lugar siempre debe permanecer cerrado y a una temperatura fría para que el hielo de la pista permanezca en ese estado durante todo el tiempo necesario.