¿El Jefe?

Capítulo 15

Habían pasado dos días desde que la besé en mi oficina y para mi sorpresa me había dejado de tocar los cojones, muy en cambio ni siquiera me dirige la palabra, o se me invita a las reuniones. A ninguna.

Estoy puto enojado porque se comporta como una adolescente, tampoco a dejado venir al mocoso, y contrario a todo lo que creía lo extraño.

Así que conduje hasta la casa de mis padres, era hora de la cena, se que no sería raro verme ahí si digo que se me antojaba comer la comida de mi madre.

Abrí la puerta y dejé una nota mental en mi cerebro para hacerle entender a mis padres que deben asegurar las puertas.

-Yoongi- levanté la mano en forma de saludo.

-Vine a cenar- afirmé y miré alrededor buscando al mocoso. En la casa solo estaban papá y mamá.

Seguido de una conversación base con mis padres y diciendo mi madre que la cena estaría lista dentro de poco la puerta de entrada fue abierta. Mi hermana y su pareja estaban aquí, traían al mocoso con ellos.

-Es raro verte aquí

-Um, me aburro allá

-Es que debiste mudarte aquí, de todos modos puedes ir andando a la base.- mi vista fue hasta la escalera, de ella bajaba la castaña, llevaba el pelo húmedo y un vestido corto, pies descalzos, noté algunas cicatrices en ella. -Tu antigua habitación está lista para recibirte. La limpié hace poco- prosiguió mi madre.

Pensaba que esta se quedaba en la base, aunque no me sorprende en realidad. -Mayor Min, ¿ya no está ocupado? Mamá dijo que...- suspiré con incomodidad

-No lo estoy, ¿por eso no regresaste?- lo interrumpí -Iremos mañana a la cancha, debo enseñarte lo que hablamos.

-Yo no le doy permiso

-Díselo a su acta de nacimiento.

-¿Disculpa?

-Te disculpo- ambos nos enfrascamos en una guerra de miradas que fue rota cuando mi madre se posicionó en medio.

-Yoongi, amor. Estoy segura que si le pides permiso a tu hermana para...

-¡No es mi hermana maldición!

-Bien- mi hermana tomó la palabra -¿Qué hiciste de cenar mamá?

La cena transcurrió en silencio al menos por mi parte, cuando hubo acabado el Niño subió a la planta de arriba para prepararse para dormir.

Mi hermana y Park se habían marchado por el ambiente incómodo que se encontraba en el comedor y mis padres fueron a la cocina para darme privacidad pues este me regaló una clara mirada de advertencia.

-¿Cuál es tu problema con que pase el rato con el mocoso?- era claro que debía disculparme pero el enojo aun era parte de mí.

-No tengo que darte explicaciones, es Mi Hijo. No tuyo. Si tanto te molesta lo del acta de nacimiento la cambiaré mañana. Pero que sepas que era el pago por el favor sobre no enviar a Yoori al norte.

-No dije que lo cambiarás

-¡Pero te puto quejas de todo! Eres mala influencia para él y no...

-Mami- el dedo que estaba contra mi rostro se alejó cuando su hijo regresó -Juro que el me ayuda. Tengo amigos porque el me dijo que podía decirles que era mi papá.

-Mau, te he dicho que no puedes meterte en conversaciones de adultos.

-Ah, si lo regañas. Pensaba que...

-Cállate, ¿ves como eres?- puse lo ojos en blanco, que puto sexy se ve molesta

-No me digas Mau, ya soy grande y no combina con mi nuevo apellido. Me lo dijo Susy- puso mala cara -Que sonaba a gatito- Min Mau,  lo visualicé y eché a reír -¡No te rías!- negué pero en efecto si sonaba a gato.

-Mocoso- lo hice mirarme. -Vete a dormir o si no mañana no te llevaré al parque con los otros mocosos.

-¡Que no le digas mocoso!

-Mamá, concéntrate- reí por lo bajo, hasta parece regañarla -Te pediré permiso para ir con el, y no me voy a escapar más. Y ya no me meteré en problemas. Y comeré el brócoli. Haré caso.

-Pues haz caso ahora y ve a dormir.

-Bueno, mañana voy con el mayor ¿si? Luego de comer ¿si?- ponía ojos de cachorro que parecían embobar a su madre. -El me cuida bien. Te amo- dijo abrazando su cintura, entonces aprecié cómo sonrió de manera cómplice en mi dirección.

-¿Te parece gracioso?

-El mocoso te domina, así que sí. Me parece gracioso.- este se había retirado y habíamos quedado solos nuevamente. -Me voy ahora- me puse de pie y despedí en la cocina de mis padres.

Apenas había salido con dirección a mi auto que se encontraba en la otra acera cuando divisé el cuerpo de Sony al lado de mi camioneta. -Intuí que era la tuya- llevaba topa de ejercicio y una coleta, pero iba maquillada -La castaña que vive ahí, ¿es tu mujer?- negué -¿Ex mujer?

-¿Por qué quieres saber?- la vi encogerse de hombros

-¿Vamos a mi casa? A recordar los viejos tiempos.

-¿Vives sola o debo colarme por la ventana?

-Es más divertido así. El morbo y esas cosas.- dijo coqueta dando los pasos suficientes para lograr acercarnos. -¿Qué dices?

-Tu madre...- la voz de la otra a nuestras espaldas nos hizo mirar, traía consigo una bolsa, endureció su semblante aún más, como si aquello fuera posible. Dejó la bolsa sobre la camioneta y cuando se disponía a marcharse la voz de Sony resonó.

-¿Ella quién es?

-Su hermana- dijo como un susurro antes de caminar y adentrarse a la casa.

-No sabía que...

-No es mi hermana- carraspeé -Te veo luego, debo ir a la base.

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