¿El Jefe?

Capítulo 35

Las horas de búsqueda nos hicieron dar con el viejo Ok, al parecer el y su hijo tenían prioridades diferentes, y es que mientras uno tenía la intención matarla por haber matado a su hijo menor y llevarse al niño, el otro planeaba llevársela y dejarla presa de su obsesión nuevamente.

Agradezco que nada de eso resultó como lo planearon ellos, sino con uno de ellos, el mayor, muerto por mi mano cuando intentó meterse en casa de mis padres, Park y yo limpiamos la entrada antes de que despertaran, aquello era alarmante, mientras que el menor acabó desangrado en el baño del aeropuerto por la mano de quien planeaba secuestrar.

Estábamos en Seúl, la veía respirar cómodamente con su rostro aún magullado.

Había sido sometida por la policía del aeropuerto luego de todo lo que pasó y mierda que me estoy conteniendo de ir allá y arrancarle los ojos por tocarla.

Al parecer había conseguido tomar un cuchillo quien sabe de dónde y acabó enterrándolo 17 veces en su caja torácica.

Aquello debió ser bastante traumático para ella. El mocoso la cree de viaje por trabajo pero estoy seguro que apenas regrese el no haberle contado será algo más de lo que deba reprocharme.

-Min- llevé mi vista a la puerta, el Kim de en medio estaba aquí -Seguro no has comido- en efecto, lo que menos me importaba ahora era comer.

-¿Cómo están las cosas en la frontera?

-Es un revuelo a pesar que quienes cruzaron con intención de matar fueron ellos. Un grupo de médicos y militares que se encontraban en la frontera fueron secuestrados, me reuniré con algunos de lo espías que tenemos allá para dar con su paradero.

-Te ofrecería mi ayuda pero...- negó

-Tranquilo, felicidades por lo suyo por cierto.

-Suran- negó

-Jeon de hecho- ese chismoso. -Nos vemos luego. Hasta la muerte Bella- este se acercó y besó su frente.

Recuerdo haberla escuchado despedirse de Yare-Ni de la misma manera, así que supongo es cosa de ellos.

Esta no tardó en abrir lo ojos por el sonido de la puerta -Muero de hambre- fue lo primero que dijo.

-Duermes día y medio ¿y lo primero que dices es que tienes hambre?

-Es que tengo hambre- llevó su vista a mi bolsa -¿Esas son papas?- aquello me hizo reír, desaté las bolsas para ella y la observé llevar la primera papa a la boca. -Mauricio.

-Está bien, está perfecto.

-Gracias

-No hay de que- la miré de manera fija -¿Algo que quieras compartir?- negó, -Mataste al padre de tu hijo

-El no era su padre

-Ya eres toda una araña.

-Ah que maldito eres. Tu si no olvidas nada ¿verdad?

-No, no lo hago.

-¿Y ahora que?

-Esperaremos el alta y te llevaré a casa.

-Me parece bien

-Y tendrás un enfermero sexy por las noches.

-¿Si?- asentí -Contratarás a alguien entonces.

-Ah que perra eres conmigo.- mi desgracia la hizo reír.

-Debo ir al norte y matar a...

-¿El viejo Ok?- asintió -Ya está hecho, ¿Si hay alguna otra cosa que desees...- hice una señal con mí cuerpo indicándole que estaba dispuesto.

-Que cerdo eres.

-También quieres, no te hagas.- esta siguió comiendo hasta que me atreví a preguntar.

Me contó como la buscó por mera obsesión mientras su padre planeaba hacerse con el niño, también que notó un cuchillo en la cajuela del auto que había robado para ir al aeropuerto y que lo escondió buscando un descuido para atacarlo.

Tenía personas en el aeropuerto que los harían pasar si o sí por lo que este estaba confiado. Esa confianza la hizo matarlo. Pues cuando pidió ir al baño este entró con ella y aprovechó para matarlo.

El doctor llegó poco después y la policía que había sido asignada tras su puerta ya no estaba, esto dijeron que era por su seguridad pero a mi no me engañan, supongo que cuando Kim Taehyung vino aquí los hizo ir.

Suran había comprado para ella un pantalón y camiseta simple, también zapatos, parecía alguien distinto aún con algo tan simple y estaba hermosa pese a lo magullado de su rostro.

Caminamos de la mano hasta el vehículo que se me cedió aquí -Iremos al aeropuerto, no podemos viajar en carretera.

-Estoy bien

-Eso voy a juzgarlo yo- alegué

-Maldito fetichista.

-Tuyo

Tuve que mostrar ambas identificaciones militares para que nos dejaran abordar, cuando al fin lo hicimos le envíe un mensaje a mi hermana para avisarle que iríamos a casa y la dejé descansar sobre mi hombro las horas de vuelo.

-Nena- llamé -Ya llegamos- tomé su mano mientras se acostumbraba a su entorno y salimos de este, Park y mi hermana nos esperaban en la puerta de salida de la terminal.

-Mierda, pareces como si te hubieran golpeado entre 4

-Así fue- bromeó  -Vamos, ya quiero ver a Mauricio.

-Mmm, respecto a eso- vi a Park pronunciar por lo bajo tratando de contener la risa. -Sus padres fueron llamados a la escuela.

-Se peleó- fue al punto mi hermana.

-¿Ves lo que haces?

-¡¿Yo?! ¡Pero si estaba contigo!

-Eres mala influencia, nunca se había peleado antes- caminamos los cuatro al vehículo. -Seguro tu le dijiste que podía, lo consientes demasiado.

-Bla bla bla- me quejé

-Parecen una pareja de casados, amo esto.- chilló mi hermana dando pequeños saltos.

-¿Puedes dejar de saltar? A este paso tendremos una canguro.

-¿Una? ¿Es niña?- pregunté con interés

-Lo es, será su karma- dijo mi hermana de manera maliciosa.

-¿Y el tuyo cuál vendría siendo?

-Yo soy niña buena- la vi batir las pestañas de manera inocente.

-Felicidades Riri- besé su frente y luego nos abrazamos por unos segundos. -Ah, suficiente sentimentalismo.

-Siempre dices eso cuando estás a punto de llorar.

-Ustedes dos son demasiado iguales- negó Park para si mismo mientras tomaba el asiento del conductor, ambas subieron atrás mientras yo lo acompañaba adelante.

-Mmm, pero yo puedo hacerte conocer a tus ancestros con solo un golpe si la tratas mal.

-¿Y quién me defiende a mí de sus hormonas?

-Nadie, tu pusiste un mocoso ahí, tú resuélvelo.

-Quiero cenar antes de ir a casa. Quiero...

-Pollo frito y oler cerveza, ya sé.

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