-¿Y esa cara?-No dormí casi nada- admití
-Pues vamos por las cosas de manera rápida para que duermas toda la tarde.
-¿Yo también puedo ir abuelo? ¿Le digo a mamá?
-Pregúntale- este salió corriendo escalera arriba y poco después bajó dándonos el si.
-Mentiroso- dije por lo bajo mientras papá buscaba el auto. Era claro que no le había dado el permiso, pero yo no me chivaría, tampoco es como si fuera mi responsabilidad.
Aunque si me divertía que un mocoso tan pequeño logre ser tan astuto para escaparse de las consecuencias de lo que hace.
-Si te chivas voy a vengarme- me carcajeé y acabamos por subir al vehículo.
Las compras fueron algo más entretenidas que de costumbre, mi padre y yo nos divertíamos con las cosas que decía el niño al tratar de convencernos para dejar los vegetales.
Estábamos en un café y este había ido a pasar el rato en el área de juegos, mi humor había mejorado.
-Es igual a ti cuando eras niño- asentí, así era. -Gracias por pasar tiempo con el.
-Um, no es tan malo. Me molestan los llorones.- eso lo hizo negar entre risas.
-Tu madre...
-Está preocupada. Tengo 35 y nunca he tenido una relación seria, voy a envejecer y bla bla bla- me sabía el monólogo de memoria. -Ya tiene un nieto, viene otro en camino.
-No me meto, solo doy el mensaje.
-Lo se
-Hace años no te metes en problemas con la justicia- puse lo ojos en blanco.
-Que sepas que en ninguna de esas ocasiones fue mi culpa.- solo no me gusta ser mandado.
Conversamos un rato más hasta que este se alejó para ir al baño, el mocoso parecía vigilarlo pues apenas lo hizo se acercó a mí.
-Dame dinero- me tendió la mano -Por favor- dijo aquella palabra pero eso no lo hizo sonar menos autoritario.
-¿Me crees banco? No voy a alimentar tus caprichos mocoso maleducado.
-Es que mamá cumple años pronto. Quiero comprarle un collar de diamantes.
-¿Un qué? ¿Pues cuanto crees que gano?
-Mucho dinero- no pude evitar reír
-¿Cuándo es?
-En una semana dijo la abuela.
-Bueno, yo compro uno para que se lo entregues. Seguro le va a gustar.
-¿Y que le vas a comprar?
-Es secreto- papá regresó y con ello volvimos a casa, comenzaron a preparar las cosas para la cena así que decidí subir a mi habitación apenas dejé las cosas para dormir un poco.
-Deja de llevarte a mi hijo sin permiso.- para mi mala suerte la había encontrado en el pasillo.
-El mentiroso dijo que si lo dejaste- me encogí de hombros -No voy a discutir así que...- dejé la frase en el olvido cuando me adentré a mi habitación me despojé de mi camiseta y recosté sobre la cama.
...
La puerta de mi cuarto fue abierta con lentitud, y en el marco de esta apareció la silueta de la castaña, llevaba el mismo vestido que hace rato pero sin sostén, una paleta roja en la boca cual chupada de manera juguetona.
-¿Vienes a pelearme?- negó y se sentó con descaro sobre mí -Quítate la ropa.- estaba a horcadas y mis manos tomaron su trasero, lo duro que era me maravilló.
-¿Por qué? ¿Quieres follarme?- mordí mi labio conteniendo el gruñido, había comenzado a frotarse contra mí y se sentía de maravilla. -Estás tan necesitado ahí abajo, ¿quieres ayuda nene?
-Si, la necesito
-Pídela como es debido.
-Ayúdame noona
-Que nene más bueno y obediente.
Comenzó a moverse con más rapidez pero la sensación de que había algo irreal en todo esto me hizo despertar al lograr ser consiente de que esto no era más que un sueño.
Mi cara ardía y sentía mi sangre bombear con fuerza. Poco después los toques el la puerta y la voz de mi hermana avisando que la cena estaba lista me hizo levantar de la cama.
Mi erección se había ido como si un balde de agua helada hubiese caído encima así que solo atendí mi sudoroso rostro.
-Dormiste mucho hijo- asentí, estaba mucho más descansado.
La loca de las coletas apareció en mi campo de visión poco después, ahora lo tenía azul.
-¡Mayor!- el mocoso parecía más entusiasta que de costumbre.
-Es el Tío ¿no?- se metió la peli azul
-El no es mi tío- se quejó de mala gana. -Somos amigos ahora. ¿Verdad Mayor?
-¿Qué venías a decir?
-Ah si. Mamá me compró galletas y palomitas, soda y golosinas para que juguemos y me dejará dormir a las 11.- dijo con orgullo.
-A las 11 es muy temprano- dije pero su madre cual preparaba la mesa me miró severa -Estás de vacaciones y eres un Mocoso- recalqué la palabra -Tan educado y bueno que mereces al menos hasta las 4.
Yo no me quedaría hasta esa hora, era obvio, pero me encanta picarla.
-Mau, será hasta las 10
-¡Mamá! ¡Mayor, ¿si ve lo que haces?!
.
ESTÁS LEYENDO
¿El Jefe?
FanfictionÉl acostumbra a no obedecer, problemas de autoridad le llaman. Él entiende que no nació para seguir órdenes, no cuando quien las da no se arriesga. Ella será su karma. Sexto libro de la Saga Militar Primer Libro: Por Favor (Oneshot) Segundo Libro: D...