Capítulo 21

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-Creo que viene siendo tiempo de que salgas- sus piernas aún me abrazaban y nuestros pechos subían y bajaban en sincronía. Sentía la humedad de ambos deslizarse por nuestra unión y aquello me maravillaba.

Volví a besar sus labios, solo que esta vez de manera más clamada negándome a salir de ese cálido interior. Una idea pasó por mi mente al ver las gotas de sudor bajar por su frente y la mía. Caminé hasta las duchas y la abrí dejándonos arropar con el agua. -Min Yoongi

-Lee Fary- pronuncié con el mismo tono. La había dejado contra el suelo y me dedicaba a pasear mi mano por todo su cuerpo haciendo al agua llegar a lugares donde no podía. Su intimidad por ejemplo.

-Esto... es inapropiado...- negué mientras apegaba mi cuerpo al suyo y la arrinconaba contra la pared.

-Se buena y abre las piernas Nena- pasee mis manos por sus muslos internos buscando más proximidad. Una se había entretenido en su humedad mientras que la otra se dedicó a apretar su pecho.

Noté marcas de latigazos en su espalda y deseé besar cada una, enfurecí con la imagen de alguien dañándola, necesitaba una cama para comérmela como debía. Besé su cuello y cuando su trasero se restregaba contra mi erección con insistencia me alineé para entrar. -Nadie tiene por que saberlo.- susurré contra su oído -Déjame...- me callé, mordí mi lengua conteniendo lo que quería decirle, esto ya era muy complicado como para complicarlo más declarándole mis sentimientos.

-Te dije que le ganaras en 5 minutos, no que intentaras matarlo.

-Miraba lo mío- dejé una amplia mordida en su espalda. -¿Por eso te molestaste?- negó y escuché una tenue risa.

-Quería privacidad.- jadeaba, no había parado de tocarla. -¡Mierda!- gimió cuando entré en ella desde atrás.

-Necesito más de esto- volví mi cuerpo hacia el suyo regentando placer en ambos. -Vamos a las habitaciones para follarte como se debe.

-Yo...

-Quieres...- no espere negativas y continue moviendome dentro de ella, lo hacia duro pero lento, queria verla retorcerse por lo bien que se sentia, por lo bien que me apretaba. Sus dedos se curvaban contra la loza buscando de que sostenerse, su piel se erizaba cuando escuchaba mis jadeos, cuando recibía mis mordidas.

-Deja de mirarme- compartiamos un momento bastante intimo mientras nos bañabamos para ir a uno de los cuartos para continuar. Me gustaba verla, no pareciamos nosotros, no discutiamos extrañamente, era como si se hubiese formado una hermosa burbuja a nuestro alrededor y las preocupaciones sobre si esto esta bien o no, habían quedado fuera.

Me gustaba, esto me gustaba

Ella me gustaba

-Deja de ser tan sexy- la vi esconder una risa -Vamos- nos vestimos con lo poco que teníamos, por lo que esa acción fue rápida y salimos del baño.

Me había quedado estático al momento de salir, mi hermana estaba al final del pasillo, caminaba hacia nosotros y apretó los labios en una fina línea apenas la otra se posicionó a mi lado. Y a pesar de que no estaba lo suficientemente cerca como para rozarnos logré sentir como se tensó a mi lado. Yo tambien lo hice.

Pero lo que verdaderamente me hizo tensar fue el ver a Kim, y mierda que no recuerdo su nombre de pila.

Pero si recuerdo que follamos. Mucho, hace meses no la veía. Cuando fui trasladado al pelotón donde conocí a Fary. Antes de eso me había hecho un berrinche para formalizar la inexistente relacion pero me negue. Y ahora caminaba hacia mí.

Su vientre abultado desentonaba con su uniforme. Mi vista se mantuvo en el, en ella. -Es tuyo- dijo con una leve sonrisa, ni siquiera note cuando se acerco lo suficiente como para hablarme, se notaba incómoda pues no me miraba a mí, miraba a quién me acompañaba, esta otra le regalaba una mirada igual de matadora que la anterior, la vi sonreír con ironía.

-¡Suéltame!- mi cuerpo había reaccionado solo y sujeté su mano, pero aún estaba en shock.

-¡Mierda Lee!- se había alejado a paso rápido e intenté acompañarla pero la mano de la otra embarazada me tomó.

-Creo que deberías aclarar esto antes.- Mi hermana me miraba con clara incomodidad por lo de Lee o por todo, no lo sé.

-No es mío- aseguré

-Mayor- la otra había comenzado a llorar. -Estuvimos más de una vez juntos. Sin condón.- aseguró y la vena en mi cuello palpitó con fuerza.





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¿El Jefe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora