CAPITULO II

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Hace diez años...

Son las 6:00 am, por lo que la alarma del móvil me obliga a despertar.

¡Dios! Cómo odio las mañanas.

Solte un gruñido audible y me dirigí al baño al baño para tomar una ducha y hacer el resto de mi aseo personal de siempre. Este es mi último año de preparatoria y ya estoy harta de estudiar y de mis compañeros de clase que sin muy molestos.

Honestamente me fui como un vagabundo a la escuela: me puse unos mom jeans y una playera holgada para estar cómoda.
No me maquille demasiado porque me dio flojera la verdad.

Ví la hora del móvil y ya voy tarde por lo que salgo corriendo para ir a tomar el autobús.

Llegué al salón de clases el cual está casi vacío, así que tome lugar en una mesa del fondo.

—Hola— murmuro un chico alto, de tez  morena pero a la vez algo dorada, con el cabello largo pero muy bien peinado y unos hermosos ojos hazles que llamaron mi atención al instante.

—Hola— murmuro con amabilidad.

—¿Puedo sentarme contigo?

—Claro.

Antes de que pudiera discutir con mi mente si le pregunto su nombre, la dije.

—¿Cómo te llamas?

—Adam, Adam Withe, ¿Y el tuyo?

—Adélaïde, Adélaïde Brown.

—Mucho gusto Adé... ¿Cómo se pronuncia?—pregunta confundido.

—Adélaïde— pronunció en francés ya que mi nombre es de ese origen y su pronunciación también. —Pero pronuncialo como quieras, eso hace la gente- digo encogiéndome de hombros restándole importancia.

—Pues mucho gusto Adélaïde— pronunció como pudo.

—El gusto es mío Adam— dije con una pequeña risa.

•••

Ya no volví a ver a Adam el resto de las clases, hasta la última que es de cálculo.

—Hola de nuevo— murmura Adam a mi lado.

—Hola, puedes sentarte— ofrecí.

—Gracias— dijo mientras se sienta a mi lado.

Llegó la señora Mendoza con sus zapatos de plataforma, su mochila de colores, el pelo atado en una coleta alta y su mala actitud de siempre.

—Saquen su libro en la página 132 y 133 y respondan en parejas— ordenó apenas entrar al salón.

—Bueno no soy el mejor en cálculo pero en parejas es más sencillo.

—Yo tampoco lo soy pero lo intento.

Pasamos un rato resolviendo las páginas y en ese rato note que no me llamaba por mi nombre, sino que para llamar mi atención decia: oye o hey. No le tome importancia en ese rato.

Terminamos las páginas y el resto de la clase platicamos en susurros para no distraer a los demás.

—¿Por qué no llamas por mi nombre?- cuestione ya que mientras platicamos tampoco lo hace.

—Porque no se cómo se pronuncia.

Abrí la boca para decir algo pero la cerré. Quería ofrecerle decirme Jane —que es mi primer nombre— pero siempre me recordaba a papá, aunque no se si se le pueda llamar así. Nunca me gustó que lo usarán para referirse a mi, ni tampoco me gustaba como sonaba en otros labios que no fueran los de papá, pero... siento que con Adam puede ser diferente.

—Puedes llamarme Jane— ofrecí cuando me arme de valor.

—Por ahí hubieras empezado— dijo en burla.

—Bueno ahora soy Jane para ti.

—Me parece perfecto.

El timbre somos indicando que el día de clases termino.

Nota de la autora.

Hola gente bella 🤍.

¿Cómo están?

Yo bien, aquí actualizando. Oigan estaba pensando que los días que voy a actualizar van a ser el sábado por la noche, pero decidí actualizar hoy porque se lo merecen.

Oigan, hablemos de Adam, ¿que le pareció?
A mí me pareció buen chico.

No estamos leyendo gente bella.

Un beso Valery Shinne 🤍.

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