Por un momento me paralice y la poca borrachera que traía encima se me bajo por completo, no sabía que hacer ni como reaccionar así que, solo empecé a retroceder poco a poco en lo que agarraba señal y cuando salí del baño me dirigí a la mesa.
—Ade, ¿quieres algo de beber?— pregunto Michelle quien tenía al camarero a un lado esperando mi respuesta.
—Sí, una botella de tequila por favor— dije ignorando la mirada extrañada de mi amiga y tratando de eliminar los sonidos que escuche en el baño.
—¿Has visto a Adam?— preguntó Mich cuando el camarero se fue.
—No.
La botella llegó y con ella dos vasitos de shot. Me serví uno y me lo tomé como agua, luego otro, y otro más, y así sucesivamente.
—Dejame ayudarte con la botella porque en este paso te vas a emborrachar— dijo Mich sirviéndose un shot.
Cuando Michelle llevaba tres shots y yo... bueno, más alcohol que sangre llegaron Adam y Hanna.
—¿Dónde estaban?
—Afuera hablando— dijo Hanna y yo solté una risita tonta que hizo que todos en la mesa me miraran.
—Lo siento solo— dije arrastrando la lengua y entre risitas— si que estaban hablando o, ¿debería decir gritando?— seguía riéndome como idiota yo sola y Adam me miró extrañado y luego a la botella a mi lado.
—¿Estas tomando?
—Sí papá ¿puedo?... o espera, que yo no tengo papá— otra risa.
—¿Se ha tomado todo eso sola?— le pregunta Hanna a Michelle.
—Practicamente sí, bueno yo le ayude con tres shots pero no sirvió creo— dijeron mirando como seguía riéndome.
—Tengo hambre.
—Aqui venden comida— dijo Mich obvia.
—Pero quiero una hamburguesa.
—Aqui también venden hamburguesas.
—Pero yo quiero una hamburguesa de McDonald's, una cajita feliz— dije como niña chiquita caprichosa.
—No vamos a encontrar un McDonald's abierto a las 12:00 a. m.— dijo Adam.
—¡Pero quiero mi hamburguesa!— me encapriche.
—¿Siempre se pone así cuando bebe?— pregunta Hanna.
—No lo sé, nunca se había emborrachado tanto, ni siquiera cuando la sacaba a escondidas de su casa para llevarla a fiestas en New York.
Adam suspiro.
Momentos después estamos en su carro yendo a en busca de un McDonald's.—¿Saben cuál es la diferencia entre una calculadora y una toalla? Pues que la calculadora calcula y la toalla se cálculo— nadie se rió pero por alguna extraña razón a mi medio mucha risa y casi saco un pulmón por la boca.
—Vale ese no les ha dado risa pero tengo otro: ¿Que tiene Woody en su móvil? Un mensaje de Buzz— otra vez me reí sola pero afortunadamente si encontramos un McDonald's abierto.
Michelle me compro mi cajita feliz y nos sentamos a qué me comiera la hamburguesa y abriera mi cajita feliz.
—¡Ay! una princesa— me emocioné con el juguetito que viene en la cajita feliz.
•••
Me desperté por una sensación de sequedad en la boca y... ¡ah! la luz que entra por la ventana hace que sienta martillazos en la cabeza. Escucho que alguien entra pero no veo porque si abro los ojos me va a estallar la cabeza.
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No te atrevas a volver
Teen FictionQue rara es la manera en la que las personas llegan a tu vida, como es que deciden quedarse y como es que deciden irse. Adélaïde Brown, una chica neoyorquina que vive ha vivido en España la mayor parte de su vida y que está cursando su último año de...