Hay cosas que no podemos controlar, cosas que se nos escapan de las manos y que pueden traer consecuencias sean buenas o sean malas. Y yo supe que las consecuencias de mis sentimientos por Adam serían las peores desde aquel día en restaurant, de eso han pasado ya unas cuántas semanas, y Hanna me advirtió que me quitaría a Adam y lo está logrando.
Decir que Adam a intercambiado diez palabras conmigo a lo largo de la semana sería mucho, ni siquiera me ha mandado un mensaje, ni yo porque eso va contra mi orgullo.
Pero justo ahora quiero mandar mi orgullo a la mierda, siento que Adam me hace falta, antes esra solo para mí, éramos el y yo, su atención siempre estaba en mi y ahora ni siquiera una mirada recibo de él.
Estamos casi en las vacaciones navideñas y parece que los maestros ya no saben que hacer porque nos bombardearon con proyectos y exámenes como si no hubiese un mañana. Pero mi mente me juega chueco y en lugar de pensar en como pasar los exámenes, estoy pensando en el idiota que tengo por amigo.
La ansiedad me gana y dejo mi orgullo de lado para mandarle un mensaje a Adam.
Jane: ¿Quieres venir a estudiar a mi casa?
La respuesta fue casi inmediata.
Adam: No puedo, quedé de estudiar con Hanna y estoy con ella.
Somos su talón de Aquiles, recuérdalo.
Jane: Bueno, entiendo Hanna es tu novia y va primero, será luego.
Adam: Jane por favor no hagas esto.
Jane: ¿Hacer que? Te estoy diciendo que entiendo que no puedas venir, es todo.
Adam: Llegó en veinte minutos.
Una sonrisa de triunfo aprecio en mis labios y me puse a ordenar todo para que estudiemos más cómodamente.
Cómo prometió veinte minutos más tarde está aquí conmigo estudiando. Pasamos horas estudiando sobre todo para matemáticas ya que mañana tenemos un examen de eso; y todo el tiempo en el estuvimos trabajando no me hablaba más que para decirme los resultados y ver si coincidían, estaba frío y distante como si Hanna le hubiese dicho que no podía hablarme a menos que fuera estrictamente necesario.
—Me dio 8,896, ¿y a ti?
—Igual.
—Pues parece que hemos terminado.
Nos quedamos en silencio un rato y la pregunta dejo mis labios antes de que pudiera controlarla.
—¿Por qué estás tan alejado?
Adam se quedó callado y apretó los labios, con eso me di cuenta de la respuesta.
—Hanna.
—Mira no la mal intérpretes pero...— lo interrumpí.
—Esta bien, la entiendo, le caigo mal y aparte cuando nos conoció habían rumores de que salíamos lo cuales no nos molestamos en desmentir y ella puede que haya quedado con esa versión, y está bien, es entendible.
—No eso es solo que... estamos muy mal y ella cree que es por ti.
—Ya, entiendo.
Su móvil timbro y obviamente es Hanna, se disculpo diciendo que me mandaría un mensaje y se fue.
Después de todo no siempre podemos estar por encima de Hanna.
15 de diciembre.
Hoy es el último día de clases antes de salir de vacaciones navideñas, no supimos nada de si nos harían posada pero Mich y yo no fuimos a clases hoy; preferimos ir a un café cercano a mi casa.
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No te atrevas a volver
Teen FictionQue rara es la manera en la que las personas llegan a tu vida, como es que deciden quedarse y como es que deciden irse. Adélaïde Brown, una chica neoyorquina que vive ha vivido en España la mayor parte de su vida y que está cursando su último año de...