HAUNTED TOWN #28

203 132 224
                                    


                                                               EWAN
Corrí hacia la puerta. Miré el cerrojo y me concentré en él.  Adentré  mi dedo y conseguí que no girase. Escuché a Jacob maldecir. Volvió a dejar en posición inicial, la llave de hierro,  con la intención de probar suerte nuevamente.

         Imaginando que la fuerza sería mayor, introduje otro dedo.  No me equivoqué. La potencia fue extrema. El dolor me llegó hasta el hombro. La llave se quebró, quedando la mitad en el interior de la cerradura.

       Ese hombre echaba por la boca,  arañas y murciélagos.  Esta circunstancia nos daba un poco de tregua.

       Cogí un mechón de mi cabello y lo puse entre las palmas de mis manos. Mientras los hacía una bola, recitaba.

        Crece, crecerás,
        las paredes,
        de telarañas,
        llenarás.

       Las lancé al aire y quedaron enganchadas por todos lados. Con rapidez agarré las viejas ropas con los que llegamos. Las coloqué en el piso y los apreté una y otra vez con mis manos. Recité otro conjuro.

Polvo serás,
montones crearás.
Con un soplido,
todo cubrirás.

Antes de soplar y elevar las manos le pedí a mamá que abriese el ventanal. Todo se cubrió de una capa de polvo. Incluidas las mecedoras del balcón donde pasábamos tardes enteras. Por indicación mía, mi madre volvió a cerrar.

       Nos ocultamos detrás de las pesadas cortinas y escuchamos cómo, tras un rato de hurgar en el cerrojo, la cerradura finalmente cedió.

     Jacob entró y pidió un candelabro para ver mejor. Paseó la vista por la alcoba, sin adentrarse en ella, comprobando que todo tenía una gruesa capa de arenilla blanquecina. No había huella alguna de pisadas o manos por ningún lado.

    Entre tanto el joven se personó junto al dueño de la casa. Puse las palmas de las manos sobre la pared para averiguar  qué ocurría. Así supe, que el joven acudió desde la cocina al oír el alboroto,  preguntando qué sucedía. Por otro lado, Jacob no entendía por qué  portaba un plato lleno de comida.

      Le contó el encuentro que tuvo y lo desfallecida que se encontraba  la muchacha. Jacob le pidió una descripción exhaustiva. Al  dársela corroboró que era la misma persona que él había visto.

      Salieron y fueron a la escalera buscándola. Llamaron por un lado y por otro sin dar con ella. Finalmente concluyeron que la habría encontrado su familia.

     Regresaron y mandaron a una de las criadas a  buscar  a Ivy. Cuando la mujer la zarandeó, las lombrices cayeron de su pelo e Ivy abrió los ojos.

     Al saber la hora se quedó sorprendida e inmediatamente saltó de la cama. Tras reunirse con los caballeros de la casa, le comentaron lo sucedido.

No salimos en todo el día del escondite. Tan solo de madrugada abrí el ventanal del balcón y bajamos las escaleras.

     Volví a soplar para ocultar nuestras huellas. Abandonamos definitivamente esa morada.

Ante la pregunta de mamá para saber dónde nos dirigíamos, le respondí que había sentido una llamada. Mi tía Adele nos necesita. Mi madre se preocupó, como era de esperar. La hermana de mi padre había tenido siempre una buena relación con ella.

Al amanecer llegamos a la pequeña cabaña solitaria y cercana al acantilado. Los árboles y arbustos se dispersaban en la meseta. Las verdes colinas ocultaban al gran astro en sus espaldas. Los lagos con sus orillas pletóricas de flores blancas daban una bella pincelada en el majestuoso paisaje.

HAUNTED TOWN.  #PV2024        #PGP2024.  #sdo24Donde viven las historias. Descúbrelo ahora