capítulo 8

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Axell Vasileiou

Es impresionante la tensión que viaja a través de ellos dos. Mi hermano mayor miraba a su prometida como su presa. Shein es una chica muy atractiva, con carácter y sin duda, admirable. Su profunda mirada te hace entrar en una clase de trance. Es tan profunda que no sabes si te estás hundiendo o solo idolatradas. Aunque no cualquiera, en su sano juicio se une en matrimonio con mi hermano. Bueno, tampoco es que hayamos tenido oportunidad de voto. Las últimas palabras de nuestro padre fueron esas.

Se casarán con las hermanas Argent

Las hermanas Argent eran mujeres hermosas, diferentes una de la otra. Cada una era una obra maestra. Al igual que su madre. Quien porta esa figura de autoridad y fuerza.

Así como la mayor de las hermanas

Eros y Shein eran como el fuego. Cuanta más leña  eches, más grande es su llama. La tensión que se había formado era algo inesperado y emocionante, al menos para mí. Podías sentirla penetrarte la piel, adhiriéndose a tus huesos. Me causaba algo de gracia ver sus manos estrechadas, Eros le doblaba en tamaño a Shein. Donde se supone que debía verse su mano, simplemente era la de mi hermano la que resaltaba. Neo y Bianchell compartían una sonrisa. El resto solo se centraban en los líderes mayores.

—Bueno....Mejor comamos, ya después podrán platicar mejor—escuche a mi madre, quién miraba a los enemigos.

Shein paso por un lado de mi hermano con su semblante serio. Dirigiéndose a la silla vacía que se encontraba al lado izquierdo de la de mi hermano, frente a mí. Se sentó sin decir una palabra. Estaba furiosa. No había necesidad de preguntar, estaba más que claro en su mirada. Miró a su madre desde su puesto para luego mirar a los demás hasta posarse en mí. Me observaba con mucha cautela, tanto que comenzó a incomodarme. Me removí en mi asiento como si eso fuera a servir de algo.

—Cuñada—sonreí nervioso ante la situación en la que me encontraba. A pesar de que ella era mucho más pequeña que yo, era intimidante.

—Shein, deja a Axell tranquilo—Exigió Sharlene a su hermana. Esta solo la miro para luego dirigir su vista en otra cosa que no fuéramos nosotros.

Sentados esperábamos la comida. Nadie emitía una palabra o algún sonido. Ni siquiera uno pequeño que sea audible para alguien a tu lado. Mi prometida se encontraba a mi derecha, se veía adorable jugando con sus dedos debido a los nervios. Su mirada era igual que la de su hermana mayor. Oscura. Solo que en esta, podías sentir paz. Armonía. Y amor. Se detiene en seco al ser atrapada en su acto.

—Puedes seguir, no te voy a juzgar—susurro en un tono que fuera audible para nosotros.

Sonríe avergonzada, con el carmesí apoderándose de sus mejillas, haciéndola lucir más tierna. Su cabello negro  le cubría hasta la mitad de su cuello dejando sus hombros descubiertos. Seguimos observándonos, dejándome admirar esos ojos que desde que baile con ella, me hechizaron de la mejor manera. Me veo al lado de ella, haciendo una vida. Siempre he querido una compañera a la cual amar, pasar mis días con ella, formar una familia. Al ver a Sharlene, supe que ella era la indicada para mí.

—Η Άξελ σταμάτα να την κοιτάζεις έτσι, φαίνεσαι καταδιωκτική...

Busque al dueño de la voz, quien no hacía más que mirar con fastidio. Percy, por otro lado, soltó una carcajada que estremeció a los demás. Neo cubría su rostro ocultando sus ganas por reírse también. Me enoja un poco que se burlen de mi. No estoy haciendo nada malo.

—Κλείσε το στόμα σου γαμημένο φθονερό—Protesté.

—¡Πόσο ευαίσθητος έχει αποδειχτεί ο μεγάλος Αξέλ Βασιλείου!—se burló Neo.

La Muñeca de la mafia [Mentiras Y Secretos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora