Capítulo 54

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Solo es un día más....
Solo es una historia más...
Solo es un mal sueño....
Todo va a pasar....

Son las palabras que me repito una y otra, y otra vez. Han pasado al menos casi dos semanas. Dos semanas donde me han coivido de alimentos, agua, vestimenta, personas, luz, entre tantas cosas. Me han drogado, golpeado, cortado, tocado. Cada día es una tortura diferente a la anterior. Torturas más fuertes, más difíciles de soportar.

Me duele la cabeza, tengo al menos tres grietas, estoy llena de sangre seca, mi rostro esta con varias cortadas leves, hematomas, mis labios secos y agrietados debido a la deshidratación. He perdido algo de peso, me siento más delgada, más ligera, más débil cada día. Las drogas seguían siendo las mismas, en excepción de las dosis. Mi cuerpo de algún modo se ha adaptado a ellas hasta el punto de ser el quien me las pide.

-¿Lista para la segunda ronda, Sklave?.

Abro mis ojos con dificultad para observarlo, mi respiración es escasa, lenta, mis latidos cambian de ritmo cada segundo. Me han golpeado toda la maldita mañana, mis manos atadas sobre mi cabeza unidas con una soga que llega hasta el techo, ya no poseo alguna prenda que pueda cubrirme.

-¿No?, lástima porque yo si estoy listo para seguir.

Veo como los grilletes dorados adornan sus dedos y camina hacia mi, cierro mis ojos y me preparo para lo siguiente que viene. Un puño impacta en mis costillas izquierdas con fuerza. Mi rostro se contrae en una mueca de dolor, me tambaleo un poco pero eso no es impedimento para el. Repite la acción varias veces hasta el punto de que siento como algo se rompe dentro de mi. Grito de dolor ante mi costilla que ha sido rota.

-¡Así me gusta!-exclama fascinado Dominik mientras que yo sufro.

Resiste un poco más
Un poco más

-Ahora mi hermosisima y preciada Sklave-su mano acaricia mi espalda en un ritmo lento-Pasarás a la segunda fase.

Chasquea sus dedos y la soga que me une al techo es cortada. Mi cuerpo impacta el suelo sin delicadeza empeorando aún más el dolor que siento. Soy levantada por ambos brazos ejerciendo más presión en mi, la costilla rota es insoportable. Mis pies se arrastran por el suelo sucio hasta que me dejan en una silla donde me amarran las muñecas y tobillos con cadenas de metal. Una lágrima se escapa mientras que solo busco fuerzas de donde no las tengo.

-No sabes de cuan majestuosa te vez así-posa sus manos en ambos lados de la silla pata inclinarse a mi rostro-Tan frágil, tan golpeada, llena de sangre.

Sus labios rosan los míos para tomar y morderlos con brusquedad. Me muevo brusco en busca de librarme de su presencia. Ríe ronco y se aleja de mi. Mi lado izquierdo palpita, mi cabeza está dando vueltas, un frío se apodera de mi para darme a entender que estoy con la presión baja.

-Tranquila, pronto estarás durmiendo Sklave, pero antes....

Unas pinzas se enganchan en las cadenas, recorro los cables de color rojo y negro hasta detener mi mirada en una máquina.

-¡Iniciemos con una pequeña descarga!.

Descargas eléctricas

El cuerpo humano soporta unos 220-250 voltios y corrientes continuas desde 2,5 hasta 16 amperios. Sin contar las diferencias de voltios y consecuencias tras ellas. En 220 voltios el corazón puede llegar a detenerse y la carne quemarse. Si una persona recibe una descarga de 5.000 voltios, es muy probable que sufra una parálisis muscular y pueda incluso sufrir un paro cardiorrespiratorio. En conclusión de todo esto....

Jamás jueguen con la electricidad

-¡Primera descarga!-escucho la maquina quien carga antes de darme la primera descarga.

La Muñeca de la mafia [Mentiras Y Secretos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora