Capítulo 52

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¿Alguna vez has besado a la muerte?...

¿No?

Pues.....

Yo sí

Y es tan maravillosa y serena que olvidas todo a tu alrededor. Es como caminar sobre brasas sin quemarte. Como nadar bajo el agua y no morir ahogado. Solo que....

Esta vez, las cartas están a favor de alguien más

Mi cuerpo está pesado, más pesado que el de un cadáver. Mi cabeza da vueltas sin parar. Mis parpados son difíciles de mantener abiertos, miro a todos lados en busca de poder identificar el lugar. No logro distinguir absolutamente nada. Mi garganta está seca, mi lengua acaricia mi labio en busca de saciar de algún modo mi falta de agua.

Me encuentro en el suelo, con las muñecas aprisionadas. Intento levantarme como puedo, solo consigo caerme con rudeza. No siento las piernas, es como si mi cuerpo entero estuviera anestesiado. Como sí...

Estuviera drogada

El ruido de una puerta metálica oigo como si me encontrara a mil años luz. Mi nublada vista medio logra distinguir al menos un par de zapatos de tacon.

—Pensé que estabas muerta.

El desprecio de su tono vuela a mi cabeza. Sabía que no se quedaría en paz hasta separarme de el. Lo que jamás imaginé...

Fue que uniría su obsesión con la del capo

—Sabes lo que dice—suspiro pesadamente—Hierba mala nunca muere, perra.

Se agacha hasta quedar a mi altura tomando mi mentón con fuerza, clava sus uñas en mi para luego escupirme el rostro con repugnancia.

—Добро пожаловать в твой ад

Bienvenida a tu infierno

Me suelta con brusquedad, termino cayendo al suelo por completo. Solo puedo escuchar sus tacones bailar por todo el lugar donde me encuentro. La cantidad de droga que me han inyectado es demasiado para mi.

Para muchos, la droga o las drogas son un método de escape y relajación. Un escape que destruye tu mente con el pasar de los años, meses, semanas he incluso días. Una relajación que sólo es momentánea porque no existe lo eterno. Y cuando su efecto se va....

Es como estar en un limbo donde ni sabemos quienes somos

Para otros, es el veneno más letal que puede existir. Tus células luchan para rechazar las sustancias que no son aceptadas. Acabando con tus energías y consumiendo tus fuerzas. Al punto de sentirte tan débil que ni siquiera puedes hablar.

—Estas enferma—mis palabras cada vez son más pesadas. Mi cabeza palpita al punto de sentir  como mi estómago se revuelve.

Eso solo la hace reír

—Puede que si....Puede que no—responde—Aunque, ¿Quién no lo está?. No existen personas cuerdas, porque la demencia vive en ellos. No existe bondad sin un toque de maldad. Así como no existen finales sin una historia.

—¿Qué ganas con todo esto?.

Sus pasos se detienen en algún punto de la habitación

—Ver como sufres, así como lo he hecho yo todo este tiempo.

—Típico del ser humano—coloco mis manos en el piso para intentar levantarme—Deben culpar, herir e incluso hacer sus vidas miserables para sentirse bien consigo mismos. Porque no toleran que alguien sea feliz, porque no toleran que los demás brillen más que ustedes.

La Muñeca de la mafia [Mentiras Y Secretos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora