capítulo 21

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Agente

Dos días...

Llevaba dos días en este maldito lugar..

Egipto

De todos los países del puto mundo, a los mafiosos les nació hacer negocios en Egipto.

—Agente ¿Cuáles son sus coordenadas?

Mis coordenadas mi culo

—Déjeme ver, oh si... ¡¡¡Arena por cada lado!!!

Estoy completamente histérico

Hace calor, todo era arena. No tenía suficiente agua y este uniforme comenzaba a irritarme.

—Veo que los camellos no lo recibieron con los brazos abiertos—bromeó del otro lado del audífono.

Inhala

Inhala

—¡Camellos una mierda! ¿Cuánto falta para llegar a la ubicación? ¡me derrito, literalmente!

—Si sigue así, le va a tocar entrenar el doble—dijo hostil.

Prefiero eso que venir a este lugar de nuevo

—¡Señor! ¡Tenemos la ubicación!

Mi tropa habia logrado lo que el ineficiente de mi jefe no.

—¡Muy bien! ¡Grupo de extracción en posición!

Debíamos extraer a uno de los líderes del cartel Ruso. Nos informaron que estaría aquí para hacer unos negocios de contrabando de mujeres. Asi que aquí estábamos, en Egipto. En medio de cientos de arena.

—¡Escuadrón fantasma! ¡En posición!

Mis hombres tomaron sus lugares, atentos

—¡Quiero a diez por el norte! ¡cinco por el sur! ¡siete a las nueve! ¡Y nueve conmigo!, ¿entendieron?

—¡Si señor!

—¡Bien, seamos rápidos pata irnos de aquí!

Los mafiosos eran como las ratas , viven ocultas pero están presentes. El lugar se encontraba a unos 305 kilómetros de las pirámides. Algo tedioso debido a las dunas, el calor y el viento. Sin contar la falta de agua y de los vehículos, ya que no funcionan en tierra, al menos no el modelo con el que contábamos.

Y aquí estábamos, un escuadrón en medio de la nada. Cumpliendo con nuestro deber. Aunque nos estemos llenando el culo de tierra.

—¡Andando!

Proseguimos con la misión. Avanzamos hasta llegar al lugar donde había una pequeña...¿Qué diablos era eso? No parece una casa, ni mucho menos una choza para disimular.

Los hombres que me acompañaban me miraron , no necesitaba quitarles las máscaras para saber que expresión tenían. Porque era igual a la mía.

Lo que debía ser una casa, era como una clase de cubo enorme de piedra. Eran las mismas piedras que las pirámides. No tenía ventanas, ni luces, solo una puerta. Y una algo pequeña.

1:La Muñeca de la mafia [Mentiras Y Secretos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora