Extra V

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Eros

Los pitídos en mi oído son molestos. La imagen de mi esposa siendo tomada por ese maldito idiota que, la durmió para montarla en la camioneta y llevársela. Los golpes del resto, fueron muy fuertes. Me levanto del suelo y me veo en el espejo de mi vehículo.

Me volvieron mierda la cara

Una punzada en mi costilla me hace gruñir para estampar mi mano en el vidrio. Estoy colérico. Se llevaron a mi mujer. A mis hijos. Grito con todas mis fuerzas para sacar la maldita rabia. Resuena como un rugido en todo el lugar. Mis nudillos están llenos de sangre.

Voy a mi asiento para buscar mi celular en mi bolsillo, con suerte podré rastrear el teléfono de psique. Pero se lo han llevado. Inhalo profundo hasta sentir que mis pulmones revientan.

-¡Maldita sea con estos hijos de su puta madre! -golpeo el volante mientras me desahogo.

Termino para encender el auto y largarme de este lugar. Debo recuperar a mi mujer, y aquí enojandóme conmigo mismo no ayuda para una mierda.

Su mirada angustiada al ver que me llevaban al suelo. Como sus manos fueron a su vientre en busca de proteger a nuestros hijos. Paso mi mano por la cara con frustración. Sigo avanzando hasta llegar a una gasolinera para pedir un teléfono. Entro y el sujeto abre los ojos con horror.

-¿Señor est....

-Un teléfono, ya -exijo cortante.

Asiente nervioso para tomar su celular y dármelo con manos temblorosas.

Marco el número para llevar el móvil a mi oreja. Más te vale contestar.

-¿Chi è?.

¿Quién es?

-Se la llevaron...Se llevaron a Shein.

El silencio en la línea es largo. Siento la tensión que se forma cada segundo que pasa.

-¡Juro que voy a matarte pedazo de imbécil! -me grita por la llamada.

-Bruno cálmate -pido impaciente.

Que se altere, solo me altera a mi.

-¡¿Quién y a donde?!.

-No puedo rastrearla, se llevaron mi móvil, por eso llamo desde aquí -veo al sujeto quien espera por mi.

-Más idiota no podías ser -dice entre dientes.

-Voy para allá.

Cuelgo antes de que me diga otro puto insulto. Lanzo el celular contra el suelo para pisarlo. El sujeto sólo chilla entre balbuceos. Le doy unos billetes para que se compre otro.

-Señor....

-Ahorratelo -salgo del lugar para irme al aeropuerto, debo tomar un viaje a Italia.

Pequeña se tantos países...Italia

Al llegar unas cinco camionetas me esperan en el aeropuerto. Subo en una de ellas para marcharnos a la mansión Toriccelli. Bajo de la camioneta y varios disparos vienen en mi dirección. Me cubro con la puerta en busca de un escudo.

-¡¿Qué puta mierda te pasa?! -bramo enojado.

-¡Agradece que mi nieta es tu esposa, y que está embarazada! -el último disparo se calla al impactar el suelo.

Viejo de mierda

Salgo para caminar hasta el. Está rojisímo, parece que toda la furia lo ha dominado por completo. Sus ojos lúgubres me detallan con cautela.

1:La Muñeca de la mafia [Mentiras Y Secretos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora