Capítulo 82

468 47 12
                                    

Una noticia no pueden caer tan pesadas, al menos no como estas. Estoy en mi hogar buscando millones de soluciones y planificando más de un escape en caso de emergencia. Tengo un mes de embarazo. Un mes que cambiará mi vida para siempre. Eros se encuentra aquí conmigo. El doctor dijo que debían cuidarlo y estar atento. Marissa casi muere al ver a su hijo así. Ella no sabe de nuestra pelea. Nadie lo sabe siendo sincera. Por lo que tuve que traerlo a Galicia. Ordené buscar a Karl y a Beatriz luego de darles la noticia.

Kratos a estado muy protector conmigo. Siempre que puede coloca su cabeza sobre la pequeña barriga que se ha formado. Como ahora.

-¿Crees que lo tomará bien? -le pregunto nerviosa.

Este solo me mira con ojos abiertos y sus cejas se alzan debido al movimiento de su mirada.

-Espero que si. De lo contrario, la historia volverá a repetirse.

Acaricio su cabeza para respirar. Mi madre quedó embarazada de mi a los dieciocho años. Ella tuvo que aceptar su responsabilidad y sacarme adelante. Si Eros rechaza a los bebés. Si al parecer son dos. Asumiré mi consecuencia y saldré con mis hijos adelante. Les daré una mejor vida. Lejos de este mundo. Les daré todo lo que un día yo anhelé. Ser madre soltera no es nada del otro mundo. Hoy en día hay niñas de menor edad que yo con una barriga. Además, se que podré.

-Ama.

Mi bebé peludo y yo giramos hacia el señor de ojos grises quien acaba de llegar a la sala.

-Karl, buenos días -sonrío.

-Beatriz ha preparado el desayuno. Espero le guste, ya que últimamente esta semana todo le ha dado asco.

Síntomas del embarazo. Las náuseas son muy comunes en el. Ver la comida que tanto amas y que tan solo el mínimo olor te repugna, es horrible. Igual que los olores. Esta semana he presentado muchas náuseas. Incluso con el chocolate. Lo extraño.

Me levanto del sofá y kratos me sigue. Karl intenta acercarse y le gruñe. Se aleja y río leve para ir a la cocina, mi amiga de edad mayor nos sonrie. Me siento en la mesa y veo que hay frutas, pan. Cereales, una gran diversidad de comida. Solo que....

No se me antoja nada de eso...

-¿Quiere cereal? -comenta Beatriz dulce.

Niego apenada

-Ellos no quieren nada de esto -suspiro para sollozar.

Estos siguientes meses serán una montaña rusa

-Mi niña hermosa -Beatriz viene a mi para abrazarme y suelto a llorar sin saber.

Kratos frota su cabeza en mi pierna y los mimos de Beatriz en mi cabello me tranquilizan de algún modo.

-¿Todo en orden?.

Asiento limpiando mis mejillas con el dorso de mi mano. Beatriz se aleja y se sienta. Mi estómago ruge con furor. Y lo único que quiero comer es...

-McDonald's -suelto.

Ambos se miran y pestañean. La culpa crece en mi. Ellos se tomaron el tiempo para prepararme algo que pudiera comer sin tener que ir al baño a vómitar. Pero estos pequeños no quieren eso. Quieren es McDonald's.

-¿McDonald's? -asiento y Karl sonríe-. Iré a comprártelo.

-¡¿De verdad?! -exclamo con ilusión.

-Si señorita. Esos pequeños quieren McDonald's, y no dejaré que pases hambre.

Deja la silla para tomar una taza de café y llevársela. Pasa por mi lado para besar mi frente y comenzar a irse. Beatriz solo me mira con ojos aguados y no entiendo el porqué.

1:La Muñeca de la mafia [Mentiras Y Secretos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora