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Sweet Chaos fue el nombre de nuestro segundo álbum, así como un logro histórico para nuestro sello discográfico, que comenzó a tratarnos, después de mucho tiempo con nosotros, como siempre supimos que nos lo merecíamos; como los artistas principales de su catálogo. También fue el álbum que mejor nos posicionó a nivel mundial. Apenas fue lanzado, en todos los sitios se hablaba de nosotros y se reproducía nuestra música sin cesar: no solo los sencillos promocionales, también canciones que ni siquiera estaban destinadas a convertirse en un éxito musical.

Fue algo fresco e innovador. El género de nuestra música y el concepto general que empleamos en el álbum causó un gran revuelo, poniendo la vara muy alta para todos los grupos que estaban por debutar. Se comentaba mucho por ahí de las posibles nominaciones para toda clase de premios cuando llegase la temporada, pero lo que más nos alimentó el ego fue percatarnos de que Asia y América habían sido sólo el comienzo.

En cuestión de días conquistamos también las listas de popularidad en toda Europa; tanto fue el impacto que Firewalk Records se vio obligado a cerrar nuevos acuerdos comerciales para poder aumentar la distribución de nuestra música en países como Francia, Reino Unido e Italia.

Fue una completa locura, algo tan sorprendente que empecé a recibir llamadas constantes de mi padre, quien parecía llevar la cuenta de todas las veces que nuestras canciones eran reproducidas en su estación de radio favorita. Yo reía cada vez que me lo contaba, pues lo escuchaba tan emocionado como un niño abriendo sus regalos de navidad. Me resultaba gracioso el hecho de que su postura fuera completamente diferente ahora que sabía que perseguir mi sueño había valido la pena y, aunque nunca se disculpó directamente, yo supe que estaba arrepentido de todo lo que me dijo cuando abandoné la universidad.

Hubo una ocasión en la que estuve recostada con Sam en la cama, un día antes de volver a tener la agenda a reventar por todas las entrevistas que debíamos hacer, pues todo el mundo quería tenernos como invitados especiales en sus programas.

Recuerdo haberme abrazado con fuerza a su cintura y estirar el cuello para dejar un cálido beso en su mejilla. Sonreí cuando me separé y lo hice aún más cuando Sam giró el rostro para besarme en los labios.

¿Alguna vez pensaste que lograríamos todo esto? — Pregunté con sinceridad, siento un interés genuino por cualquier respuesta que saliera de la boca de mi novia.

Yo siempre había soñado con convertirme en una cantante exitosa, pero las fantasías nunca iban más allá de verme a mí misma cantando encima de un escenario frente a miles de personas. Claramente yo no tenía idea de todo lo que conllevaba convertirse en un artista y, aunque se requerían muchos sacrificios para conseguir esta clase de éxito, seguía creyendo que valía la pena. Al menos en ese preciso momento; cuando aún te tenía conmigo.

¿A qué te refieres?

Asentí.

Sí, cuando creaste Diversity — fui un poco más clara —. ¿Imaginaste que el proyecto llegaría tan lejos?

Claro que no — respondió con sinceridad, soltando una risa ligera que iluminó mi vida por completo —. Fue como echar una moneda al aire.

Entonces... ¿Podrías decir que este es tu mayor logro en la vida? — Sam lo pensó por algunos segundos. Al final frunció el ceño y negó levemente con la cabeza. Yo la miré con asombro, pues qué podría ser mejor que esto — ¿entonces cuál es?

Yo ya te había escuchado en las madrugadas del otoño declararme tu amor más de mil veces. Desde el cielo nocturno estrellado hasta el momento en el que dejaste un beso cálido en mi frente aquella noche. Entonces vi un brillo diferente en tus ojos marrones, uno que no he podido olvidar desde entonces.

Extended Play - GAP The SeriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora