Extended Play - GAP The Series

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Todo en la vida se trata de hacer elecciones. Algunas buenas, otras malas y unas tantas imposibles de calificar como una u otra, porque así como la vida son decisiones, también es una extensa escala de grises que pocas veces llega a ser negro total o blanco impoluto. Las decisiones poco a poco modelan a las personas que somos, sin embargo, creo con firmeza que, al igual que los errores que cometemos, no nos definen. Al final, lo que habla por nosotros es la manera en que nos sobreponemos a ellas, porque si tomas una decisión, será mejor que estés listo para aceptar con la frente en alto sus consecuencias.

Yo esa mañana desperté con las consecuencias de mi rabia. Con el peor dolor de cabeza que hubiese experimentado en la vida hasta este momento. Era tan agudo e intenso que sentí que mi cerebro explotaría dentro de mi cráneo, reduciéndome a un desastre de recuerdos y sentimientos tan abrumadores como para afrontarlos frente al espejo sin sentir un deje de vergüenza por mí misma. Tanto que fue inevitable no echarme a llorar, sosteniendo mi cabeza entre las manos y escondiendo el rostro en una almohada impregnada de un aroma a soledad y a tu perfume; sin poder aplacar ni el sufrimiento ni la miseria dentro de mi pecho.

Me toma un buen rato darme cuenta en dónde estoy, pues mis sentidos siguen atontados después del mar de recuerdos en el que me sumergí dentro del camerino. Fue complicado caer en cuenta de que ya no me encontraba en el hotel, sobre el colchón suave y entre los brazos de Sam debajo de las sábanas perfumadas de una suite.

Frente a mí hay una decena de reflectores que me hacen volver a la realidad en la que me encuentro; una en la que tú ya no estás a mi lado para acompañarme en un momento tan crucial como este. Puedo escuchar los gritos y aplausos del público, quienes están en espera de una explicación por la última oración que salió de mis labios antes de que Sunny entrara en pánico y decidiera interrumpir la entrevista para salir a un corte comercial.

Siento mis manos temblar cuando los escucho corear mi nombre. Ha pasado bastante desde la última vez que escuché algo así y, de un momento a otro, me hace preguntarme si ellos seguirán amándome de la misma manera después de lo que pasará hoy. Pienso en todas las advertencias que Phoom nos hizo en su momento, aquellas que decían que mi carrera terminaría segundos después de que el público se enterara de mis preferencias sexuales y de mi relación secreta con Sam. Recuerdo lo mucho que amo ser cantante y todo el tiempo que he estado esperando para volver a los escenarios.

Sé que es algo que debería reconsiderar porque la música le ha dado sentido a mi vida durante los últimos años y perder todo por lo que he estado trabajando podría ser casi tan desgarrador como nuestra ruptura.

Entonces recuerdo también lo mucho que te amé. Pienso en cómo hubieran sido las cosas si hubiese sido más valiente en aquel entonces; qué habría pasado si no nos dejábamos vencer.

Y sé que seguiríamos juntas.

— ¿Estás segura de que quieres hacer esto? — Sunny pregunta, ajustando las solapas de su traje antes de aclarar su garganta, preparado para salir al set una vez más y retomar la entrevista justo donde la habíamos dejado.

Cierro los ojos antes de responder y me encuentro contigo. Puedo ver tu rostro a través de mis recuerdos y percibo tus caricias sobre mi piel. Pasan por mi mente todas aquellas palabras de aliento que me diste en momentos como este y cómo siempre estuviste presente para mí, incluso cuando no estabas en tu mejor momento.

Y te mantuviste fuerte por mí tantas veces aunque tuvieras miedo, que ahora me correspondía a mí hacer lo mismo.

— Será en tu programa mi gran confesión. — Salió de mis labios aquella frase con la que comenzaría todo.

Él me observa con cierta confusión durante los siguientes segundos, buscando en mis ojos un poco más de clarificación. Y como mi respuesta no fue inmediata como Sunny lo hubiese esperado, decide continuar con el interrogatorio.